China y la colaboración de los regímenes autoritarios

Andrew Stroehlein, de Human Rights Watch añade que el auge de China es especialmente preocupante porque «a diferencia de lo que sucede con Rusia, su modelo, económicamente eficiente, sirve de ejemplo para muchos otros países del Sur Global», algo con lo que María Silvestre, directora del Deustobarómetro, también está de acuerdo: «Es peligroso que se anteponga la competitividad económica a los derechos humanos».

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Silvestre ve con especial preocupación la colaboración entre Rusia y China, que mantiene una posición tibia frente a la invasión de Ucrania. No obstante, considera que «las manifestaciones que se han producido contra la política del cero covid, y que han obligado al gobierno chino a cambiar de estrategia, demuestran que es difícil mantener el autoritarismo con una apertura económica».

Por eso, Slipowitz subraya la importancia que para Pekín tiene la propaganda a nivel global, que cala hondo en los países de su esfera de influencia e incluso en sectores de la sociedad occidental. No obstante, cree que también hay que huir de «hablar de un nuevo eje del mal».