Azerbaiyán y Armenia, en pie de guerra

Armenios y azerbaiyanos se culpan mutuamente de los enfrentamientos mientras ambos gobiernos, al igual que las autoridades de Nagorno Karabaj, han declarado la ley marcial y la movilización. En Bakú, la capital azerbaiyana, y en otras ciudades, se ha establecido incluso el toque de queda.

Tanto el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, como el presidente azerbaiyano, Ilham Alíev se han dirigido a sus respectivas ciudadanías alertando de la gravedad del momento, culpabilizando a la parte contraria y asegurando que actuarán con contundencia contra el enemigo. Nagorno Karabaj es un territorio de mayoría armenia desgajado de Azerbaiyán hace treinta años.

Según los separatistas de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj, ayer por la mañana, tropas azerbaiyanas bombardearon la capital del enclave, Stepanakert, y zonas cercanas, causando muertos y heridos entre los combatientes y los civiles. Declararon que luego aparecieron tanques, helicópteros y drones.

El mando de las fuerzas karabajíes habló de «graves pérdidas» en las filas azerbaiyanas, pero reconoció también 16 bajas propias y un centenar de muertos. La misma fuente sostuvo que lograron destruir al Ejército azerbaiyano cuatro helicópteros, diez tanques, un blindado para transporte de tropas y quince drones.

Mientras, Alíev anunciaba el inicio de «contraoperaciones» a lo largo de toda la frontera con Nagorno Karabaj. El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán informó sobre la toma de ocho asentamientos armenios dentro del enclave. Asimismo, admitieron que Stepanakert, la capital karabají, sufrió serios daños por los bombardeos.