juan carlos barrena
Berlín
Jueves, 21 de abril 2022, 15:39
El gobierno alemán mantiene su política de no suministrar directamente armas pesadas, como tanques o artillería, a Ucrania, pero ha puesto en marcha un intercambio con sus socios de la OTAN y la Unión Europea, que permitirá proporcionar inmediatamente al país invadido por Rusia material ... bélico de ese tipo procedente de estados como Eslovenia, Bulgaria o Eslovaquia, entre otros, que cuentan con arsenal moderno de origen soviético. «Hablamos de tanques, hablamos de vehículos blindados y de las distintas posibilidades de que esos países los proporcionen», declaró este jueves la ministra federal de Defensa, Christine Lambrecht. La nueva iniciativa de Berlín consiste en que otros países de la OTAN o la UE entreguen armas pesadas de fabricación soviética a Ucrania y a cambio Alemania les proporciona armamento similar moderno. «Estamos en conversaciones y esto puede ir ya muy rápido», declaró la ministra a la emisora de televisión RTL, quien destacó que los primeros intercambio se producirán en los próximos días.
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Al igual que el canciller federal, el socialdemócrata Olaf Scholz, la titular de Defensa reiteró que el Bundeswehr, el ejército federal, no puede ceder armas pesadas a Ucrania si quiere garantizar la defensa del país y cumplir con sus deberes en la Alianza Atlántica. «Estoy comprometida con nuestros socios de la OTAN», afirmó Lambrecht. La nueva iniciativa de la ministra socialdemócrata tiene lugar después de varias jornadas de críticas abiertas a Scholz por su indecisión a la hora de cumplir con las demandas de Kiev, que ha reclamado de Alemania insistentemente el envío urgente de carros de combate, blindados y artillería pesada. El canciller federal se ha visto presionado incluso por sus socios verdes y liberales en la coalición gubernamental, partidarios ambos de proporcionar a Ucrania las armas que demanda, a costa incluso de debilitar la capacidad defensiva de Alemania al ceder material de su ejército.
Varios medios alemanes informan de que el primer intercambio tendrá lugar con Eslovenia. La pequeña exrepública yugoslava entregará al ejército ucraniano carros de combate soviéticos T-72 y a cambio recibirá tanques ligeros del tipo «Marder» y blindados «Fuchs», ambos de fabricación alemana. El tanque T-72 es un vehículo con el que cuenta y está familiarizado el propio ejército ucraniano. Eslovenia quiere al parecer aprovechar la ocasión para modernizar su ejército con material militar germano y desea recibir también el carro de combate «Leopard 2», el blindado con ruedas «Boxer» y el tanque «Puma». Lambrecht confirmó además que Alemania instruirá a soldados ucranianos en el manejo del «Panzerhaubitze 2000», un pesado obús autopropulsado de fabricación nacional. Varias unidades del cañón pesado con orugas van a ser entregadas por los Países Bajos a Ucrania y Alemania asume la enseñanza de su manejo. Alemania no puede aportarlos, ya que el Bundeswehr no los tiene, comentó Lambrecht, quien subrayó que «ayudaremos allá donde podamos instruir en el manejo» de armas fabricadas en este país.
ZIGOR ALDAMA
Dos veces hubo que preguntarle al presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, si Mariúpol ha caído ya en manos de Rusia, como este jueves anunció Vladímir Putin. Al final, reconoció que sí, con la excepción de la acería Azovstal, un enclave que aún está bajo control de sus tropas. Y utilizó ese ejemplo para exigir que las potencias occidentales le envíen más armas, porque las actuales «no son suficientes».
El líder ucraniano necesita artillería pesada, tanques y aviones. «Se va a librar la batalla definitiva en el Donbás. Y necesitamos más armamento para repeler a un gran ejército como el ruso, con miles de tanques y misiles que caen por todas partes. Hemos establecido un perímetro de defensa, pero nos hacen falta esas armas pesadas para ganar la guerra. No podemos mantener nuestras posiciones solo con nuestros soldados», afirmó este jueves tras reunirse con el presidente Pedro Sánchez y la primera ministra danesa Mette Frederiksen.
También aprovechó la ocasión para recalcar las grandes diferencias que le separan de Putin. «Los rusos no se preocupan por sus soldados, nosotros sí. Y sin armamento no podemos protegerlos», reiteró, antes de reconocer que la situación en Mariúpol es desesperada. «Estamos tratando de establecer corredores humanitarios y realizar un intercambio de heridos, porque tenemos más de 400 en nuestro poder, pero los rusos bloquean nuestras propuestas», incidiendo en que también están tratando de recuperar y devolver cadáveres.
«Las negociaciones (con la mediación del presidente turco, Tayyip Erdogan) no avanzan», añadió. Zelenski volvió a reclamar el total embargo al gas y al petroleo rusos (que reportan unos mil millones de dólares diarios al régimen de Putin). Y cerró una comparecencia trufada de agradecimientos y reproches velados con un «ganaremos la guerra».
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