M. P.
Martes, 14 de junio 2022, 19:51
India sigue con atención la lucha contra el reloj de un grupo de rescatistas para salvar la vida de un niño de 10 años que lleva más de un centenar de horas atrapado en un pozo a 24 metros de profundidad en el Estado de ... Chhattisgarh, en el centro del país. El esfuerzo que realizan los socorristas es titánico, puesto que han encontrado varias capas de roca en su camino para excavar una galería paralela. El pequeño es sordomudo, pero «responde bien» a sus señales, según los expertos. «Como el niño no puede ni hablar ni escuchar el reto es aún más grande», añadió el jefe de Policía del distrito de Janjgir, Vijay Agrawal.
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Los hechos ocurrieron el viernes 10 de junio cuando el niño, identificado como Rahul Sahu, jugaba cerca de su casa en la localidad de Pihrid y se precipitó por un pozo abierto en el suelo. Este tipo de perforaciones son frecuentes en las tareas agrícolas, pero representan un riesgo importante ya que la mayoría quedan abandonados y al descubierto o con escasas medidas de seguridad. No es la primera vez que sucede un accidente así. A finales de octubre de 2019, un menor de dos años, Sujith Wilson, se cayó a un pozo de 30 metros de profundidad y falleció antes de que pudiera ser rescatado 80 horas después.
Decenas de civiles y militares tratan de perforar con maquinaria pesada una galería paralela a la sima. Pese a la importante caída, Rahul Sahu no parece sufrir lesiones graves, aunque se encuentra «muy débil». Los médicos controlan su estado mediante una cámara, que es también su nexo de comunicación con el exterior. De ese modo ha podido solicitar «algo de comida» que los rescatistas le han hecho llegar por el hueco. También han podido colocar un tubo de oxígeno que suministra aire fresco al menor «lo que ha mejorado algo su situación», según las autoridades regionales.
No obstante, y a pesar de que existe cierto optimismo sobre sus posibilidades de supervivencia, los expertos reconocen que el tiempo juega en su contra y que han perdido unas horas preciosas en el último día debido a las capas de roca dura que han hallado en su camino. Este hecho obliga a los especialistas a trabajar en un hueco estrecho prácticamente a mano, por lo que el avance se está viendo ralentizado. «Estamos tratando de sacarlo lo antes posible y brindarle la atención médica necesaria», subrayan las autoridades, que destacan el «gran desafío» de los rescatistas y el «coraje» que está demostrando el niño, solo, sin luz y débil en un pequeño agujero.
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