Al menos 12 personas mueren al estrellarse un Fokker-100 en Kazajistán

Ocho personas, entre ellas el piloto del avión, Marat Muratbaiev, perdieron la vida en el acto; dos, después de ser transferidas al aeropuerto de Alma-Atí, y otras dos fallecieron en el hospital. Las autoridades describieron a Muratbáev, de 58 años, como un profesional «muy experimentado». El vice primer ministro, Román Skliar, informó que dos de las víctimas mortales eran ciudadanos de Ucrania, uno era de Kirguistán y otro de China. El resto eran nacionales kazajos.

Pocos datos trascendieron de la identidad de los pasajeros. Entre los fallecidos hay un general del Ministerio de Interior, Rustem Kaidarov, de 79 años. Y según la agencia de prensa Informburo.kz, una de sus periodistas, Dana Kruglova, también murió en el accidente. El Ministerio de Salud situaba en 53 el número de hospitalizados, entre ellos nueve niños. Diez adultos se encontraban en un estado de «extrema gravedad».

El aparato, que cubría el vuelo Z2100 entre Alma-Atí y Nur-Sultán, la capital del país, no pudo elevarse suficientemente por causas que se desconocen y se estrelló contra un edificio de viviendas. El avión desapareció del control de los radares a las 7.05 hora local, pocos minutos después del despegue, y, según las autoridades, fue perdiendo altura hasta empotrarse en un edificio de dos plantas en una zona residencial cercana al aeropuerto, junto al poblado de Kzyl-tu.

Según el aeropuerto, el aparato «golpeó la pista dos veces con su cola antes de despegar, después de lo cual se inclinó hacia la derecha, en un momento en el que el tren de aterrizaje estaba plegado». Pese a que la aeronave llevaba los depósitos de combustible repletos, no se incendió con el impacto, lo que explica el alto número de supervivientes. El fuselaje del Fokker, sin embargo, quedó partido en varios fragmentos. Los equipos de rescate trabajaron sobre el terreno por si alguna persona hubiera quedado atrapada entre los escombros, aunque según los medios de comunicación kazajos, la casa afectada estaba abandonada.

El Ministerio de Industria e infraestructuras anunció el cese de los vuelos de los aviones tipo Fokker, cuyo número en la flota kazaja se eleva a siete, hasta que se esclarezcan las causas de la catástrofe. Todos los vuelos de la compañía quedaron también suspendidos de forma temporal.

El presidente del país, Kasim-Zhomart Tokáyev, declaró este sábado día de luto nacional y expresó sus condolencias a los familiares de la víctimas. La Justicia ha abierto una causa criminal por «violación de las normas de seguridad en la explotación del aparato con balance letal». En marzo de 2016, un Fokker-100 de Bek Air con 116 personas a bordo efectuó un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto e Nur-Sultán debido a un fallo técnico, pero sin consecuencias para los ocupantes de la aeronave.