diana martínez
Domingo, 9 de octubre 2022, 18:36
Irán vive su cuarta semana seguida de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y manifestantes que han tomado las calles desde el pasado 16 de septiembre para protestar por la muerte de Mahsa Amini, la joven kurda de 22 años que fue detenida por la ... Policía de la Moral por llevar mal puesto el velo. La indignación hacia el régimen iraní no ha hecho más que aumentar, e incluso traspasa fronteras –miles de personas han protestado ante las embajadas de países como España, Estados Unidos, Francia o el Reino Unido–. Este domingo la respuesta social tuvo un blanco distinto: la televisión estatal. Un grupo de activistas hackearon el canal de noticias en directo con una imagen del líder supremo, Alí Jamenei, en llamas bajo el lema 'Únete a nosotros y levántate'.
Publicidad
La imagen fue acompañada por un mensaje al ayatolá. «Tiene las manos manchadas de la sangre de nuestros jóvenes». En las pantallas de cada hogar apareció un segundo comunicado en el que señalaba que «es hora de recoger sus muebles y buscar otro lugar para su familia fuera de Irán». La secuencia también mostró las fotografías en blanco y negro de Mahsa Amini y de otras tres mujeres que han perdido la vida durante las manifestaciones.
Noticias Relacionadas
diana martínez
diana martínez
La agencia de noticias Tasnim confirmó que el telediario nocturno «fue pirateado durante unos instantes por agentes antirrevolucionarios». El ciberataque, que duró unos segundos antes de volver a la programación habitual, fue reivindicado por el grupo de activistas Edalat-e Ali (La Justicia de Alí).
Miles de personas volvieron a salir a las calles durante el fin de semana contra la ley islámica. En esta ocasión, dos manifestantes murieron a tiros por agentes vestidos de paisano, según denunció la ONG Hengaw. Otras setenta personas resultaron heridas. Durante los disturbios también perdió la vida un miembro de la Guardia Revolucionaria, identificado como Gholamreza Bamdi. La cifra de la vergüenza, por tanto, aumenta. Ya son casi 190 los fallecidos –al menos 19 de ellos eran menores–, según denuncia Iran Human Rights.
Occidente mira con lupa los acontecimientos en el país ayatolá. De hecho, varios países han aconsejado a sus compatriotas que huyan de Irán. El Ministerio de Exteriores francés instó a sus ciudadanos a que abandonen el país «lo antes posible» ante el riesgo de que puedan ser objeto de «arrestos, detenciones arbitrarias y juicios injustos» por las protestas. Y avisó de que, en caso de detención, «no se garantiza el respeto a los derechos fundamentales y la seguridad de la persona» en cuestión. El mismo paso tomó Países Bajos, que cambió su alerta de viaje de naranja a rojo por la crisis desatada en la república islámica.
Publicidad
España indicó que «debido a la actual situación de inestabilidad y protestas en Irán, así como a la interrupción frecuente de las comunicaciones, se desaconseja en este momento cualquier viaje a este país». También instó a sus ciudadanos que no participaran en las manifestaciones y evitaran los lugares concurridos y zonas conflictivas. Canadá, por su parte, declaró a la Guardia Revolucionaria iraní como una «organización terrorista» y sancionó a sus miembros para que no puedan ingresar en el país.
La cúpula del poder iraní convocó este domingo una reunión de emergencia para tratar de dar una respuesta a la ola de protestas, que han sumido al país en el caos desde el pasado 16 de septiembre, cuando murió Mahsa Amini, la joven kurda de 22 años que fue detenida por la Policía de la Moral por llevar mal puesto el velo. En el encuentro se vieron la cara el mandatario, Ebrahim Raisi; el presidente del Majlis (el Parlamento iraní), Mohamad Baqer Qalibaf; y el jefe de la Judicatura, Gholamhosein Mohseni Ejei.
Los tres líderes coincidieron durante la reunión en que «la seguridad y la paz en el país es la base de todo tipo de actividades económicas y negocios de las personas», informó la Presidencia ayatolá en un comunicado recogido por la agencia de noticias ISNA.
Sin mayor respuesta que dar, la cúpula del poder iraní insistió en echar balones fuera. Siguiendo la línea oficial que ha tomado el Gobierno desde el principio de las protestas, los tres líderes volvieron a achacar los disturbios a la mano escondida de «enemigos regionales que consideran un Irán unificado y poderoso como una amenaza para sus intereses». «Claramente, estos disturbios y la inseguridad han sido urdidos por Estados Unidos y el falso régimen sionista de ocupación, así como por sus agentes a sueldo, con la ayuda de algunos iraníes traidores en el extranjero», acusó el martes el líder supremo, Alí Jamenei.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.