El abogado de Asia Bibi huye de Pakistán por miedo a represalias

Los fundamentalistas se echaron a la calle durante tres días. El viernes por la noche las autoridades y los manifestantes alcanzaron un acuerdo para parar las protestas.

«En la situación actual, me resulta imposible vivir en Pakistán», declaró el abogado a la AFP antes de subirse a un avión a primera hora del sábado.

«Tengo que seguir vivo para continuar la batalla judicial por Asia Bibi», explicó el sexagenario, a quien no se le asignó escolta tras el veredicto a favor de su clienta.

La reacción de los extremistas fue -dice- «desgraciada pero no inesperada». «Contaba con ello pero lo doloroso es la respuesta del gobierno. Ni siquiera pueden aplicar una sentencia de la corte más alta del país».

En virtud del acuerdo alcanzado entre el gobierno y los manifestantes, las autoridades no se opondrán a la presentación de una demanda para revisar el veredicto del Tribunal Supremo y lanzarán un procedimiento judicial para impedir que Asia Bibi salga del país.

Según Mulook, esto obliga a su clienta a permanecer en la cárcel o en otro sitio a la espera de que se revise el veredicto. «Su vida sería más o menos la misma, ya sea en el interior de una cárcel o en el exterior en aislamiento», afirma.