Un grupo de venezolanos residentes en Nueva York durante el recuento electoral. EFE

Las suspicacias sobre la victoria de Maduro se multiplican a nivel internacional

La UE reclama el recuento de todos los votos y EE UU muestra su preocupación ante la posibilidad de que el resultado electoral «no exprese la voluntad de los venezolanos»

M. P.

Lunes, 29 de julio 2024, 10:27

La reacción internacional a los resultados electorales en Venezuela no se ha hecho esperar, sobre todo, entre los socios latinoamericanos. Una decena de países de la región, además de Estados Unidos, han mostrado serias dudas sobre la legalidad del proceso y llamado a la Comisión Nacional Electoral a la «máxima transparencia». Aparte de un comunicado emitido por ocho gobiernos advirtiendo contra cualquier posible irregularidad durante la jornada electoral del domingo, Argentina, Chile, Perú, Guatemala y Costa Rica han emitido este lunes sendos mensajes donde sospechan que los comicios no han sido transparentes ni reflejan la voluntad de los venezolanos.

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La Unión Europea se ha sumado a las exigencias de «transparencia». Considera «vital» el recuento de todos los votos y el «acceso a las actas» de las mesas electorales para disipar las sospechas o confirmar la existenciade irregularidades. «El pueblo de Venezuela votó sobre el futuro de su país de manera pacífica y masiva. Su voluntad debe ser respetada», ha afirmado el Alto Representante para Política Exterior, Josep Borrell.

«Difíciles de creer»

El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha dicho este lunes que los resultados que han dado la victoria al actual mandatario, Nicolás Maduro, «son difíciles de creer» y ha advertido de que su Gobierno no reconocerá «ningún resultado que no sea verificable». Desde Argentina, su presidente, Javier Milei, se ha manifestado en similares términos y asegurado que su Gobierno «no va a reconocer otro fraude» en Venezuela, donde los ciudadanos han elegido «terminar con la dictadura comunista de Nicolás Maduro».

El ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Luis Gilberto Murillo, ha ido un poco más lejos y exigido un «conteo total» de los votos emitidos por los venezolanos y su verificación en una «auditoría de carácter independiente».

Entre las reacciones más severas se encuentra la del canciller peruano, Javier González-Olaechea, quien han publicado en la red X el siguiente mensaje: «Condeno en todos sus extremos la sumatoria de irregularidades con voluntad de fraude por parte del Gobierno de Venezuela. El Perú no aceptará la violación de la voluntad popular del pueblo venezolano». Mientras tanto, el Ejecutivo de Panamá se sumó a la declaración de varias naciones latinoamericanas, entre las que figuran Ecuador, Guatemala, República Dominicana, Paraguay y Uruguay, realizada antes de que se conociera el balance electoral, donde pedían un proceso «transparente» y que se respete «a cabalidad» la voluntad popular.

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Estados Unidos también ha expresado sus recelos. El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, ha hecho pública su «seria preocupación de que el resultado anunciado no refleje la voluntad o los votos del pueblo venezolano» Por su parte, el delegado diplomático de la Casa Blanca para América Latina, Brian Nichols, ha reclamado a la Comisión Nacional Electoral de Venezuela «el acceso de todos los partidos políticos y la sociedad civil al escrutinio de los votos. La credibilidad del proceso electoral depende de ello».

La primera respuesta del Gobierno chavista a estas críticas ha consistido en denunciar la «injerencia» de gobiernos extranjeros en los comicios venezolanos. El episodio más singular ha tenido lugar en Buenos Aires, donde la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich. anunció que esperaría delante de la legación venezolana a conocer los resultados de las urnas. El Ejecutivo de Caracas respondió que el gabinete de Milei «amenazaba con invadir» su embajada.

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