El periodista guatemalteco Zamora obtiene el arresto domiciliario tras más de dos años en prisión sin cargos

José Rubén Zamora Marroquín, periodista guatemalteco y fundador del ahora cerrado diario 'elPeriódico', está en arresto domiciliario desde el fin de semana, después de pasar dos años en prisión preventiva en la capital del país centroamericano. El mayor de sus tres hijos, José Carlos Zamora, quien participa este martes en una conferencia internacional sobre libertad de prensa y desinformación, denunció este lunes en Londres la «persecución política» que afronta su padre por destapar a la élite corrupta y pidió al presidente, Bernardo Arévalo, urgencia en la depuración de la vieja guardia «enquistada» en la judicatura y la Fiscalía de Guatemala.

«Hemos conseguido algo de justicia, pero el proceso no ha terminado», señaló Zamora en una conferencia de prensa junto con miembros del equipo legal internacional y de Reporteros Sin Fronteras que coordinan la campaña por la libertad sin condiciones del veterano periodista. El arresto domiciliario pone fin a 813 días de cárcel a la espera de juicio, incluidos «dos años en una celda de aislamiento veintitrés horas al día, expuesto a torturas», desde privación de sueño y de agua potable a humillaciones y vigilancia constante.

«Finalmente pudo tener una noche de paz y tranquilidad y buen sueño», desveló, confiado de que, con «descanso», su padre se recuperará de los «achaques» que sufre actualmente. «Es muy fuerte y su resiliencia es admirable. Sabe que todavía faltan procesos por resolver y que existe la posibilidad de que lo lleven de nuevo a la cárcel, mañana mismo puede suceder. Ha pasado en casos similares, todo es un 'show' de fuerza … puede que inventen algo y se lo lleven otra vez. Está claro que es una opción y está preparado a encararla», añadió en una posterior entrevista el también periodista, que, como su madre y hermanos, vive en el exilio.

La familia ha iniciado trámites contra el Estado de Guatemala ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Tiene el aval de informes críticos de relatores de distintas agencias de la ONU, conclusiones de médicos y un caudal de documentación propia que ha recogido a lo largo de «30 años de persecución y ataques».

El objetivo, según dice Zamora, pasa por alcanzar un «acuerdo amistoso» con la nueva administración progresista. Arévalo ganó la presidencia -tomó posesión del cargo en enero tras la gran victoria del Movimiento Semilla, en 2023- con un programa anticorrupción y promesas de cambio y transparencia democrática.

«Tuve la oportunidad de hablar con él y se comprometió a que no iba a quedarse cruzado de brazos. Que no podía interferir en el poder judicial, pero que iban a buscar las herramientas … y en esa reunión le dimos la herramienta», rememora en la sede de la firma de abogados Doughty Street Chambers. Zamora se refiere al material documental con denuncias de violaciones de derechos humanos, detención arbitraria y tortura sicológica que, según sostiene con el asesoramiento del equipo legal, debería conducir a la retirada de los cargos de corrupción y otros presuntos delitos que pesan sobre el fundador del reconocido periódico guatemalteco desde julio de 2022.

Zamora valora como «positivo» el cambio de Gobierno, pero urge a Arévalo que depure el sistema judicial de lo que llama «célula criminal» de jueces y fiscales designados durante la anterior presidencia de Alejandro Giammattei. «El presidente tiene ahora la herramienta para terminar con esa célula criminal que está enquistada en el ministerio público y en un grupo de jueces del organismo judicial. Mientras se trate a esa célula como poder judicial, el país seguirá atado de manos. Si se elimina, nos encarrilaremos hacia una democracia real», denuncia.

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