Los mercados argentinos, a la espera de los primeros pasos de Alberto Fernández

El flamante presidente arrancó el día con un chiste en la Casa Rosada. Al abandonar la sede se quejó porque el aire acondicionado no funciona en el despacho presidencial y la temperatura alcanzó casi 40 grados. «No sé si el presidente venía a trabajar porque el aire acondicionado no funciona y está insufrible», se quejó ante los periodistas entre risas.

Los nuevos ministros ocuparon los despachos. El más celebrado fue el titular de Salud, Ginés González García, un sanitario que ya desempeñó esa cartera y creó un programa masivo de anticoncepción y de medicamentos gratuitos. Con el Gobierno saliente de Mauricio Macri el puesto había perdido la categoría de ministerio y se había convertido en secretaría.

Al llegar a su oficina, González fue recibido por un entusiasmado grupo de trabajadores públicos que cantaban «salud es ministerio». También hubo peticiones de apoyo al proyecto de aborto legal. El ministro prometió enviar un texto en ese sentido al Congreso para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo. La iniciativa se frustró en el Senado en 2018.

Su par de Educación también fue bien recibido por los docentes. El ministro, Nicolás Trotta, prometió convocar a los distintos sectores y los gremios para establecer un salario mínimo para los docentes de todo el país. Estas demandas se habían suspendido durante la Administración Macri y los trabajadores perdieron poder adquisitivo.

No obstante, las medidas más esperadas están en el área económica. El Gobierno de Fernández prometió una renegociación de la deuda externa con el FMI y con titulares privados para postergar vencimientos de capital e intereses, sin llegar a quitas. El presidente también manifestó su voluntad de abstenerse de recibir nuevos desembolsos del FMI hasta cerrar un trato. La idea es liberar recurso para el programa de combate al hambre que se incrementó aceleradamente. Los últimos datos señalan que la pobreza pasó del 29% al 40,8% en el mandato de Macri.