Maduro arremete contra la UE y ve una «vergüenza» que dude de su triunfo en Venezuela

Nicolás Maduro ha calificado la actitud de la Unión Europea y su jefe diplomático, Josep Borrell, como una «vergüenza» después de que la UE haya rechazado validar los datos electorales del pasado 28 de julio en Venezuela. La declaración de la UE sucede a la emitida por siete de sus países miembros, entre ellos España, que reclaman la públicación íntegra de las actas de los comicios.

Bruselas señala que la victoria del líder chavista no puede ser reconocida «sin evidencias que la apoyen», pero va un poco más lejos al destacar que las actas recogidas por la oposición sí «indican» que Edmundo González Urrutia, el candidato rival, miembro de la Plataforma Unitaria Democrática, «parece ser el ganador de las elecciones presidenciales por una mayoría significativa».

A este respecto, González ha agradecido «el llamado de la Unión Europea a respetar los derechos fundamentales de los venezolanos y su solicitud de una verificación independiente de los resultados, con base en las actas de votación electoral que hemos presentado y que acreditan nuestra victoria», ha escrito el líder opositor en X.

Los Veintisiete lamentan que el retraso de la Comisión Nacional Electoral en presentar el escrutinio arrojan «más dudas sobre la credibilidad» del proceso de las ya existentes, a raíz de la difusión de informes donde se asegura que «no cumplió las normas internacionales de integridad electoral».

La UE hace referencia a la resolución del Centro Carter, la fundación estadounidense con una dilatada experiencia como observadora de procesos electorales, que subraya cómo los comicios no cumplieron los «estándares internacionales» y registraron numerosas anomalías. Este organismo ha vuelto a propinar un varapalo al régimen chavista al descatar que se hubiera producido un asalto informático a los sistemas de la Comisión Nacional Electoral el día de las urnas.

Según este organismo, un 'hackeo' en la línea que transmite la contabilización de papeletas a la sede de la Comisión intentó reventar las elecciones o al menos interferirlas en contra de Maduro. Los observadores, en cambio, no han encontrado indicio alguno de esta circunstancia, aunque no ha sido óbice para que el presidente reelegido haya sentenciado que «estamos derrotando y pulverizando un golpe de Estado, el primer golpe ciberfascista criminal que se ensaya contra Venezuela». El mandatario se ha mostrado favorable a regular Instagram, TikTok y otras redes sociales bajo el argumento de que «intentan dividir a los venezolanos».

Sus afines, entre ellos la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, y el líder del Partido Socialista Unido, Diosdado Cabello, han negado credibilidad a las actas reunidas por la oposición. Aseguran que muchas de ellas están incompletas, carecen de firma o contienen datos ilegibles. Sin embargo, nada de eso aparece en la web resultadosconVzla.com, publicada por la oposición con los resultados de 24.532 actas, el 81,3% del total. Muchos de estos registros fueron conseguidos por delegados y testigos de mesa pertenecientes a la oposición, que sacaron las copias de los colegios electorales escondidas entre la ropa para entregárselas a una red de motociclistas que las trasladaron a lugares seguros. La suma de sufragios otorga una ventaja de casi cuatro millones al opositor Edmundo González. La web de la Comisión Nacional Electoral permanece caida dese el lunes, después de que proclamara vencedor en las urnas a Maduro.

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha aludido a estas copias para insistir en una verificación independiente del escrutinio electoral por parte de una «entidad de reputación internacional» y el «respeto de la voluntad del pueblo venezolano».

«La Unión Europea saca su cantaleta, la misma Unión Europea que reconoció a (Juan) Guaidó, una vergüenza. El señor Borrell es una vergüenza, es una vergüenza que llevó a Ucrania a una guerra y ahora se lava las manos», ha sido la respuesta de Maduro, expresada durante un acto con la Guardia Nacional Bolivariana en la que condecoró a varios oficiales. Según el mandatario, la UE «dice ahora que en Venezuela hay represión a manifestaciones pacíficas. ¿Pacíficas, cuándo agreden a la población, hospitales, escuelas, autobuses?», ha ennumerado.

Sobre este punto, varias ONG jurídicas y expertas en derechos humanos han denunciado las detenciones «indiscriminadas» y «arbitrarias» de ciudadanos venezolanos con el objetivo de «amedrentar» al país. El presidente chavista aseguró este fin de semana que 2.000 personas han sido detenidas en las manifestaciones. La ONG Foro Penal ha contabilizado ya 988 arrestos «verificados e identificados» desde el 29 de julio. «Seguimos recibiendo, verificando y procesando denuncias», ha precisado el vicepresidente de la organización, Gonzalo Himiob. Entre los arrestados figuran 91 adolescentes.

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