Lula encabeza la oposición a Bolsonaro y pide a los brasileños que «salgan a luchar»

Acompañado por miles de seguidores que se agolparon frente al palco montado fuera de la sede del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos -el mismo en el que se despidió el 7 de abril de 2018 antes de ser arrestado- Lula calificó de «canalla» al exjuez Sergio Moro, que lo condenó por corrupción (asimilable a un delito de cohecho impropio en España) y lavado de dinero (blanqueo de capitales)para convertirse luego en el ministro de Justicia de Bolsonaro.

Tras pasar 580 días en prisión en Curitiba, prometió que estará en las calles «luchando con ustedes», exclamó. «No vamos a permitir que ellos destruyan este país. Estoy seguro de que en 2022 la llamada izquierda que Bolsonaro tanto quiere derrotar, derrotará a la ultraderecha», pronosticó el fundador del Partido de los Trabajadores (PT).

Lula estaba rodeado de dirigentes. Entre ellos, el exalcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, designado en 2018 para competir con Bolsonaro cuando el PT aceptó que sería imposible que Lula -favorito para la disputa- sorteara los obstáculos legales que le impedían seguir en carrera. Haddad fue derrotado pero hizo una muy buena campaña.

Dispuesto a retomar el liderazgo opositor, Lula aseguró que en su caso «mintieron» los fiscales y el juez Moro y anticipó que sus abogados trabajan para que se anulen todos los procesos. Se refirió así a un 'habeas corpus' que presentó la defensa ante el Supremo Tribunal Federal denunciando la parcialidad de Moro y pidiendo la nulidad de los juicios.

Entretanto el expresidente dijo que Bolsonaro tiene que explicar quién mató a la concejal Marielle Franco -un hecho en el que el actual presidente fue involucrado hace pocos días por un testigo-. También dijo que debe explicar por qué quiere «destruir» la empresa Petrobras, por qué «no quiere aumentar el salario mínimo» y exige más años de trabajo para ser pensionista. Lula remarcó que el modelo económico de Bolsonaro es el que ha entrado en crisis en Chile.

Para Lula, Bolsonaro es un «mentiroso» que «jamás trabajó». Recordó que se jubiló muy joven como militar y que durante años solo hizo discursos «para ofender a las mujeres, a los negros, a la población LGBT». No obstante, dijo que «no sirve de nada tener miedo». «La gente tiene que tomar el ejemplo del pueblo chileno y el de Bolivia, tienen que luchar», los desafió.

Horas antes Bolsonaro -sin nombrar a Lula- había pedido a sus seguidores que «no den munición al canalla que momentáneamente está libre pero cargado de culpa». Como un general frente a la tropa, se refirió a los suyos como «amantes de la libertad y el bien» y les dijo: «no podemos cometer errores. Sin norte ni mando, hasta la mejor tropa dispara para todas partes».

Lula quedó en libertad el viernes después de que la Corte Suprema votara la constitucionalidad de la norma que prevé que nadie en Brasil puede ser condenado a prisiónsin transitar por todas las instancias judiciales y agotar todos los recursos. El exmandatario había quedado preso tras la segunda instancia y por eso fue liberado inmediatamente el viernes, igual que otros miles de detenidos.