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dagoberto escorcia
Bogotá
Lunes, 6 de enero 2020, 22:30
La vergonzosa situación política que vive Venezuela es posible que en un futuro ocupe un capítulo en cualquier libro de Ciencias Políticas para ser estudiado en la universidad. Tiene un Poder Legislativo con dos presidentes. Uno, Luis Eduardo Parra, hombre que tiene la confianza del ... dictador Nicolás Maduro, y que está acusado de ser elegido ilegalmente el pasado domingo gracias a la violación de todos los reglamentos de la Constitución. Y otro, Juan Guaidó, reelegido en un salón de actos de la redacción de un periódico y que ha sido reconocido por muchos países. Los dos han programado una sesión parlamentaria para hoy martes. La cita es a las diez de la mañana hora local -tres de la tarde en España-, en el Palacio Federal Legislativo, en Caracas. Nadie quiere atreverse a vaticinar lo que pasará ahí, después de la bochornosa situación vivida el pasado domingo.
«La dictadura decidirá si seguir atropellando los derechos de los ciudadanos, como hicieron en el 2017 y 2018. Si seguirán ahondando en los errores políticos que nos han traído a este desastre», anunció este lunes Guaidó, que fue reelegido y juró su cargo tras obtener 100 votos, en una elección celebrada en el edificio del periódico 'El Nacional', donde se desarrolló una votación que tenía que haberse celebrado en el Palacio Federal.
Unas horas antes, Luis Eduardo Parra fue proclamado presidente de la Asamblea Nacional en un acto calificado de ilegal porque no cumplió con las normas del reglamento constitucional. Guaidó tenía que presidir la Asamblea y no pudo entrar en el hemiciclo a pesar que lo intentó incluso saltando una valla. Funcionarios policiales impidieron su entrada, así como la de la mayoría de diputados opositores al régimen chavista que lidera Nicolás Maduro.
Guaidó criticó duramente a las fuerzas militares por su apoyo al régimen, a las que retó a definirse ante el pueblo de Venezuela: «Sigan escondiendo al dictador, sigan protegiendo a la mafia, pero díganlo abiertamente. Es el momento de definición. Hay que hacer soberanía por el futuro de nuestro país y de todos los venezolanos».
El principal opositor a Maduro, que había perdido capacidad de convocatoria entre la ciudadanía, definió como «un asalto cruel y asesino» los incidentes sucedidos el pasado domingo en el Palacio Federal. «Fue un golpe de Estado que quiere destruir todas las instituciones, y una agresión sin precedentes en Venezuela. La dictadura decidirá si sigue atropellando el derecho de los venezolanos en una farsa que nadie reconoce, si quiere seguir corriendo pa'lante».
Guaidó ha pedido a su partido (Voluntad Popular) que lo releve de su militancia «para ser un ciudadano independiente» y seguir defendiendo a su país. «Lamento el bochornoso show de la dictadura para intentar impedir lo inevitable, y a pesar de perseguir y encarcelar no ha conseguido doblegar el espíritu de lucha de los diputados y el de toda Venezuela», dijo.
En la jornada del martes, la expectación estará centrada en si Guaidó y los diputados de su Asamblea Nacional pueden llevar a cabo la sesión en el Palacio Federal o tendrán que hacerlo fuera de él. Pero en Venezuela nadie se atreve a decir qué puede pasar: si habrá movilizaciones del pueblo, si Maduro acabará encarcelando a Guaidó o si las dos Asambleas funcionaran de forma paralela, algo insólito en el mundo de la Política.
Las reacciones internacionales a la maniobra de Nicolás Maduro para bloquear a la oposición llegaron desde diferentes puntos del planeta. Gobierno de Estados Unidos amenazó con más sanciones a Caracas y aseguró que incrementará la ayuda económica y diplomática a la oposición, liderada por Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por cerca de 60 países.
«Estados Unidos hará más para ayudar a la Asamblea Nacional y su liderazgo legítimo, así como los esfuerzos del pueblo venezolano mediante una mayor presión contra la dictadura, sus líderes y aliados, dentro y fuera de Venezuela», avisó el enviado especial de EE UU para Venezuela, Elliott Abrams. En esa misma línea se pronunció la Unión Europea (UE), que sigue reconociendo a Guaidó como legítimo presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela tras las «irregularidades» vividas este domingo en la sede parlamentaria. Para la UE, el líder opositor seguirá siendo el legítimo presidente «hasta que se puedan asegurar las condiciones apropiadas para una votación» de esta naturaleza.
Los países del Grupo de Lima rechazaron también el resultado de la elección de la nueva mesa directiva y condenaron «el uso de la fuerza por el régimen dictatorial de Nicolás Maduro» para impedir que diputados pudieran «acceder libremente» a esa reunión. Rusia fue la única potencia que respaldó al régimen bolivariano en lo que definió como un proceso de retorno de la política del país a los cauces constitucionales. «Consideramos la elección de una nueva dirección del Parlamento como el resultado de un proceso democrático legítimo», señaló el Ministerio de Exteriores de Moscú.
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