Las protestas contra la violencia policial desatan el caos en Bogotá con 11 muertos por balazos

La furia del pueblo colombiano se hizo sentir hasta altas horas de la madrugada en distintos puntos del país, sobre todo en la capital, exigiendo justicia para Javier Ordóñez, un abogado de 46 años que murió tras recibir varias descargas eléctricas con una pistola táser por parte de dos oficiales a quienes les suplicaba «por favor, paren», «agente, le ruego, me ahogo».

No sólo la víctima les solicitaba que se detuvieran sino también uno de los hombres que estaba presente en el lugar y que grabó todo de principio a fin. Este testigo les gritaba desesperadamente, y en vano, que soltasen al abogado mientras los policías estaban sobre él ejerciendo fuerza y aplicándole la pistola.

Según el informe de la Policía, los agentes acudieron a «una presunta riña» de ocho individuos bajo los efectos del alcohol, quienes supuestamente se «tornaron violentos». Sin embargo, uno de los testigos dijo que Ordóñez les solicitó una orden para pagar posteriormente la multa: «Estábamos tomándonos unos tragos afuera. Llegaron los policías y uno de ellos le dijo a mi amigo: 'Esta vez no se me salva'. Mi amigo le dijo: 'Póngame un comparendo (citación), igual lo pago'. Él le respondió: 'No, no doy comparendos' y lo agarró para darle choques eléctricos», declaró.

La alcaldesa, Claudia López, dijo este jueves que hay «recurrentes casos de abuso policial» en Bogotá y propuso crear un plan para solucionar los «137 expedientes pendientes» al respecto y evitar futuros incidentes con las fuerzas de seguridad. El ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, añadió que la Policía «trabaja con las autoridades» para «establecer las responsabilidades».

Poco después, él y la alcaldesa asistieron a una reunión para planificar intervenciones frente a las protestas ciudadanas y plantear al mismo tiempo cambios estructurales que impidan el uso excesivo de la fuerza. Además, realizaron un llamamiento para mantener la calma . Varias calles amanecieron este jueves destrozadas, con el pavimento arrancado y el mobiliario urbano arrasado.

Al parecer, una parte de los excesos policiales se remonta al inicio de la cuarentena cuando hubo agentes que aprovecharon su poder para extorsionar a los civiles. Para entonces ya había un descontento popular por la represión de las Fuerzas Armadas contra las movilizaciones que a finales de 2019 exigían reformas laborales y estudiantiles. La muerte del abogado ha sido ahora el último episodio que ha reavivado las protestas.