Más de cien personas han visitado a Castillo en la cárcel

La realidad del país ha caído en un surrealismo que la presidenta, Dina Boluarte, teme que se tiña de luto. «Perú no puede desbordarse en sangre. Ya esa experiencia la hemos vivido en los años 80 y 90, y no queremos volver a esa historia dolorosa que nos ha marcado la vida», pidió este jueves a los movilizados, muchos de ellos trabajadores de clase humilde y campesinos. Boluarte reiteró su intención de iniciar los trámites para celebrar las elecciones generales en diciembre de 2023. Aun así, sus intenciones chocan con las de miles de movilizados que exigen el regreso de Pedro Castillo al poder.

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Las protestas se han cobrado ya ocho vidas. Los manifestantes mantenían hoy ocupados cinco aeropuertos, con 46.000 viajeros bloqueados, y cortados casi 190 tramos de autopistas y carreteras. Los hospitales reclamaron a los piquetes que levanten los bloqueos después de que un niño enfermo muriera por falta de atención médica. Las autoridades han advertido además que falta oxígeno en los centros sanitarios cuando el país se halla inmerso en una quinta ola de coronavirus.

Castillo aguardaba anoche en su celda a conocer la resolución del juez sobre su futuro inmediato: si sigue en prisión o le deja en libertad hasta el juicio. Mientras su abogado argumenta que está «aislado y humillado», hoy trascendió que el líder izquierdista ha sido visitado por 116 personas. Congresistas, gobernadores regionales y hasta los embajadores de México y Bolivia han ido a verle e incluso se han hecho autorretratos con él, según el diario 'Perú21'. Entre los más asiduos figuran su exjefa de gabinete, Betssy Chávez, acusada a su vez de los delitos de rebelión y conspiración. Decenas de abogados se han acercado a la cárcel para ofrecerse a llevar su defensa.