Las acusaciones contra Johnson por mentir hartan a su partido

El contexto es tan disparatado que en la portada digital del Financial Times ya ocupa un lugar secundario la acusación de que las extrañas restricciones anunciadas el miércoles por el primer ministro, para mitigar el impacto de la nueva variante del virus, son una mera táctica para acallar la ola de revelaciones que están creando un ambiente propicio para su derrocamiento.

Según el FT, miembros del Gabinete se sorprendieron el miércoles cuando Johnson les pidió que aprobasen restricciones relativamente leves, como la recomendación de que se trabaje desde casa, la obligación de máscaras en espacios cerrados y en aglomeraciones, y también la presentación de certificados de vacunación o de test negativo para acceder a grandes aforos.

Los portavoces de Johnson habían negado que se planeasen restricciones cuando falta información esencial sobre las características de la variante ómicron. El viceprimer ministro, Dominic Raab, negó el martes que fueran a implementarse. Pero súbitamente el jefe de Gobierno cambió de opinión. Las reglas permiten cantar al público en un concierto al que deben acudir con máscara. Permiten fiestas navideñas pero aconsejan no ir al lugar de trabajo.

El Gobierno revisará la situación de la pandemia al inicio de enero y quiere anularlas si los datos mejoran. ¿Será Johnson primer ministro en enero? Parece probable. Pero se estima que unos 40 diputados conservadores se opondrán a las restricciones el martes- se aprobarán las medidas por el voto laborista- y los sondeos sugieren que puede perder el jueves una elección para sustituir a un diputado dimitido.

Según Andrew Mitchell, veterano 'tory' de la Cámara de los Comunes, la atmósfera en el partido es «sulfurosa». El continuo desgaste de la reputación del primer ministro y de sus asesores está teniendo efecto en la población, enfadada por la apariencia de que los gobernantes no han respetado las reglas dictadas para el resto de la población. Y la lista de casos se extiende.

El más alto funcionario de la administración, Simon Case, investigará lo ocurrido en la reunión festiva del 18 de diciembre de 2020- espoleta del escándalo-, en otra que se habría celebrado el 13 de noviembre en la residencia de Johnson y en la que se organizó en el Ministerio de Educación el 10 de diciembre. El Partido Conservador ya habría castigado a cuatro miembros que organizaron una fiesta en su sede, el 14.

A falta de entretenimiento, el nacimiento de la hija de los Johnson ha coincidido con la publicación de un informe de la Comisión Electoral sobre las donaciones recibidas para para decorar su residencia de Downing Street al gusto de su esposa, que ha llevado a la prensa británica a deducir que el primer ministro mintió sobre su conocimiento de los fondos utilizados en una investigación previa.