2.500 millones para el reto demográfico en los pequeños municipios

Los 20 debates que han conformado esta gran aventura telemática han contado con la opinión de 60 expertos del panorama nacional en diferentes materias. Ayer, 3 de diciembre, se desarrolló la mesa de clausura de GRUPO20, que se emitió a través de los portales elnortedecastilla.es, burgosconecta.es y leonoticias.com. Ángel Ortiz, director del decano de la prensa diaria, destacó que en abril, cuando empezó «lo más grave de la pandemia», desde El Norte se apostó «porque la sociedad civil diera un paso al frente a plantear con rigor, seriedad y continuidad una serie de desafíos que, a día de hoy, se mantienen vigentes». Quiso agradecer el impulso de las 15 empresas y organizaciones de Castilla y León, que desde el principio han confiado en este gran proyecto que es GRUPO20 y cuyos responsables participaron en el debate posterior.

Estas empresas impulsoras son Renault, Lingotes Especiales, Iberdrola, Iberaval, el Consejo Económico y Social de Castilla y León, Drylock, Huercasa, Clece, Cobadú, Caja Rural de Zamora, la Universidad Isabel I, Agropal, Gadis, Luengo y Mediamarkt, como socio tecnológico.

El acto de clausura contó con la presencia del alcalde de Valladolid, Oscar Puente, del secretario regional del PSOE, Luis Tudanca y del jefe del Servicio de Evaluación Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente de la Consejería de Fomento, José Manuel Jiménez. La intervención central corrió a cargo de Teresa Ribera, vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Arrancó su exposición indicando que el impacto de la pandemia, según Ribera, ha sido muy distinto según los grupos de edad, «en los que no ha dejado libre a nadie», y también ha tenido un distinto impacto según los territorios. «No ha tenido nada que ver la afección en las grandes urbes, ciudades y zonas metropolitanas, que en las pequeñas poblaciones aisladas», dijo. «Hemos descubierto limitaciones y hemos visto que estábamos peor preparados de lo que pensábamos para algunas cosas y mejor preparados de lo que creíamos para otras». Esto, según señaló Ribera, ha dado como resultado un aprendizaje «acelerado e intenso», que ha llegado en el momento más oportuno, «cuando más estábamos trabajando sobre esa brecha acumulada durante décadas que hemos denominado reto demográfico».

Castilla y León dijo que representa muy bien estas singularidades demográficas a las que hacía mención. Apuntó que está reaccionando de forma sensible a los desafíos de la despoblación. Remarcó que más del 50% de los municipios con pérdida de población y con un escaso número de habitantes se encuentran en Castilla y León. Algo que no solo ocurre con pueblos muy pequeños, sino que cada vez más ocurre con ciudades de tamaño medio. «Esta despoblación, que afecta a 9 de cada 10 municipios de la comunidad, quizá tenga una oportunidad de revisitar las alternativas como consecuencia a esa incidencia en las grandes ciudades, ha hecho que muchos miren como algo enormemente atractivo el volver a recuperar ese espacio intermedio», apuntó la ministra.

Otra variable que Ribera no pierde de vista, por lo que significa, por su transversalidad y que va al hilo del debate de las propuestas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, es la cuestión de género. Para ella es importante saber qué supone la vida para las mujeres jóvenes en los entornos poco poblados, cómo pueden conciliar o cómo pueden encontrar alternativas de desarrollo profesional y al mismo tiempo disponer de unos servicios que permitan mantener una calidad de vida y una satisfacción en este entorno. «Si no logramos generar oportunidades para que mujeres jóvenes se sientan atraídas por entornos poco poblados, es muy difícil que podamos imaginar una tendencia a la recuperación y estabilidad en el medio plazo. Hoy el 87% de los municipios de pequeño tamaño en la región, cuentan con una población muy masculinizada y envejecida. Es un dato llamativo, que está 12 puntos por encima de la media nacional y conviene reflexionar por qué se registra una salida tan importante de la población femenina en los pequeños municipios», recomendó.

A la hora de abordar el reto demográfico, apuntó que «estamos obligados a pensar en un modelo de cogobernanza multinivel, donde las relaciones entre actores públicos y privados es obvia ya que somos enormemente interdependientes». Y aconsejó «repensar» las políticas que dependen de los diferentes niveles de administración (Estado, CCAA y entes locales). «Prácticamente ninguna administración va a poder intervenir de forma eficaz si no lo hacen las demás a la vez. Las sinergias, la compatibilidad y el trabajo en paralelo multiplican enormemente el efecto positivo de esa colaboración entre administraciones», opinó.

Para responder avanzar en la lucha efectiva contra la despoblación, el Ministerio que preside Ribera define varios objetivos transversales de las Directrices de Reto Demográfico y que se acompañan de grandes ejes de intervención en cuestiones básicas, como la conectividad digital y de movilidad, relación con las administraciones y la colaboración público-privada, «algo de lo que todavía se habla muy poco y que será fundamental», señaló.

Una de las cuestiones que más interés tiene para la ministra es la de conocer lo que ocurre en el territorio. En una escala local, las ideas y el emprendimiento bullen y, sin embargo, no acaban de permear, y por tanto, no acaban de ser acogidas en el diseño de las políticas que podrían facilitar su despliegue. En su intención está garantizar la igualdad de acceso a las oportunidades y la eliminación de estereotipos existentes, «algo que afortunadamente va por buen camino».

Para Ribera es fundamental disponer de un marco legislativo especial, un estatuto básico para los pequeños municipios. «Necesitamos adecuar las normas de funcionamiento de la administración local para poder garantizar la simplificación administrativa, la prestación de servicios básicos y el atractivo a la hora de asentarse en entornos más pequeños», subrayó y alabó que desde el primer momento, el presidente del Gobierno hiciera énfasis «en algo que fue un gran acierto por parte de la Comisión Europea, que es fijarse en un proyecto en el que todos los europeos construimos y aportamos en común, para mejorar la situación de la siguiente generación de europeos».

Según dijo, esta apuesta del Ejecutivo puede considerarse un puente temporal sumamente interesante en el que la próxima generación debe encontrar oportunidades para reducir aquellos problemas que tenemos identificados ya hoy. «Hay que prestar particular atención para que esas brechas de desigualdad de género y también de rentas, no solamente no crezcan, sino que se reduzcan y que la siguiente generación de europeos y españoles pueda disfrutar de un futuro próspero y con igualdad de oportunidades. Eso es lo que nos debe inspirar», alentó. «Nuestro cálculo es que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia destinará más de 2.500 millones al reto demográfico en los pequeños municipios».

Ecologista convencida, Ribera no dejó pasar la oportunidad de mencionar que Castilla y León ha estado estrechamente asociada a la explotación del carbón y al funcionamiento de centrales térmicas. Recordó que el primer Convenio Marco para una transición justa de la minería del carbón se firmó en octubre de 2018, «desde entonces se creó el Instituto para la Transición Justa y se ha venido trabajando con los municipios, colectivos afectados y con las administraciones autonómicas, poniendo énfasis en los trabajadores y en la vecindad, buscando proyectos que aprovechen los recursos autóctonos».

Explicó que una de las grandes partidas va destinada a incentivar y facilitar la restauración de enclaves donde ha habido minería y plantas térmicas y esto ha supuesto ayudas a proyectos empresariales por valor de más de 4,3 millones de euros en el año 2019 y la generación 277 nuevos empleos en Castilla y León. «Esto hay que mantenerlo. Ha de ser una lluvia fina que perdure en el tiempo. En las próximas semanas saldrán las convocatorias para el periodo 2020-23. Se prevé una movilización de 27 millones de euros a través de CIUDEN para aquellos enclaves que se han visto afectados por el cierre de las centrales termoeléctricas y de carbón», informó.

«El potencial de la región es enormemente interesante», señaló, «también en lo relativo a las energías renovables, con un potencial aprovechado tanto en energía eólica como fotovoltaica, y la posibilidad de buscar proyectos para la producción de energía térmica».

Antes de dar paso al debate, concluyó diciendo que la región dispone de herramientas, pero también tiene grandes desafíos, como lograr minimizar los impactos ambientales y maximizar la generación de empleo y confort social de calidad.