El príncipe Andrés paga a su acusadora pero sigue su condena

El origen del caso que ha arruinado la reputación del hijo de la reina Isabel II se remonta a dos décadas, cuando estableció una relación con Jeffrey Epstein. Giuffre afirmó en una entrevista, en 2011, que Andrés mantuvo relaciones sexuales con ella cuando tenía 17 años y era transferida para el disfrute de amigos de Epstein. En 2015, el príncipe era citado en una demanda judicial contra el fallecido magnate en Florida.

Tras el suicidio de Epstein, en 2019, y la ola de informaciones sobre la red de potentados que participaron en sus fiestas y mantenían relaciones con chicas jóvenes y menores de edad, el duque de York dio una entrevista a la BBC. El catastrófico efecto de sus palabras entre el público británico obligó a que se le apartase de la vida pública entonces. Se le retiraron después honores militares y patrocinios.

Rob Johnson, veterano cronista de la realeza británica, afirmaba este miércoles que quien fuera un miembro muy popular de la familia, tras su participación en la guerra de las Malvinas y su matrimonio con Sarah Ferguson, se mantendrá apartado a pesar del fin del caso judicial. La única excepción, en su juicio, será su probable asistencia a la misa en memoria de su padre, Felipe de Edimburgo, el 29 de marzo.

Los portavoces de la familia real han asegurado que no se ha utilizado dinero público para cerrar el caso. Andrés y Sarah se distinguen por vivir con un gasto muy superior a sus rentas conocidas. Las estimaciones del pleito y coste de abogados son variables. Se da la cifra de 13 millones de euros, pero no parece fiable. Se afirma que el príncipe Carlos habría contribuido.

El descrédito de Andrés es irremediable y su ostracismo, añadido a la marcha a Estados Unidos de Enrique y Meghan, ha creado una presión laboral sobre los miembros de la familia real de una monarquía en transición. Carlos y Camila, Guillermo y Catalina, tienen que acudir a más actos públicos, a menudo separados para multiplicarse.

El fin del caso disipa una nube negra sobre la celebración esta primavera del Jubileo de Plantino de Isabel II. La Policía ha abierto una investigación sobre el intercambio de títulos honorarios por donaciones caritativas en el entorno del príncipe de Gales, que niega haber sabido lo que hacían sus asistentes. Pero es un asunto menor si se compara con las acusaciones a Andrés.

Portavoces del duque afirmaron tras el anuncio del acuerdo que se dedicará a la beneficencia de víctimas de abusos sexuales, lo que se interpretó como prueba de su total desconcierto. Hombre arrogante, su realidad es que acordó pagar a Giuffre un mes antes de su planeado interrogatorio y que ciudadanos de York, o vecinos de calles que llevan su nombre, demandan que le quiten el ducado o que cambien el nombre.