La policía detiene nuevamente al hijo de Mette-Marit por incumplimiento de una orden de alejamiento

Marius Borg, el hijo de la princesa Mette-Marit de Noruega, ha sido arrestado nuevamente por la Policía de Oslo tras violar la orden de alejamiento impuesta por una de sus exparejas. Esta es la segunda vez en menos de dos meses que el joven de 27 años se enfrenta a graves problemas legales, elevando aún más las tensiones alrededor de la Casa Real noruega. Además, durante el arresto, la policía encontró drogas y un arma no registrada, según han informado medios noruegos.

La detención se ha producido después de que el joven presuntamente contactara con la víctima mediante un número de teléfono oculto. El abogado de Marius Borg, Øyvind Bratlien, ha argumentado que la base para la detención es «endeble» y ha criticado la forma en que se manejó el caso, alegando falta de pruebas concretas. Además del quebrantamiento de la orden de alejamiento, la incautación de las drogas y del arma ilegal podría acarrear cargos adicionales a la ya compleja situación del hijo de la princesa, aunque el abogado ha desmentido este extremo, argumentado que se trata de una detención «sin base fáctica y jurídica sólida».

Por su parte, la abogada de la víctima, Mette Yvonne Larsen, ha confirmado que, a pesar de la violación de la orden de alejamiento, la víctima no había denunciado el incidente en el momento de la detención. Larsen ha subrayado la importancia de estas medidas legales para proteger a las personas afectadas, pero también ha admitido que la denuncia directa no siempre ocurre de inmediato.

Este último incidente ocurre en medio de un torbellino de controversias que han sacudido a la familia real noruega. El pasado mes de agosto, Marius Borg fue arrestado después de un violento altercado en un apartamento en Oslo, donde admitió haber agredido a su pareja bajo los efectos del alcohol y la cocaína. «El fin de semana pasado sucedió algo que nunca debería haber sucedido. Cometí lesiones corporales y destruí objetos en un apartamento en estado de ebriedad tras haber consumido alcohol y cocaína después de una discusión», dijo entonces, al tiempo que añadió que tiene «varios trastornos mentales».

El joven, que también enfrenta acusaciones de abuso físico y psicológico por parte de varias exparejas, ha visto cómo sus problemas legales se multiplican con el tiempo. La situación ha generado un gran revuelo en Noruega, no solo por los detalles de las acusaciones contra Borg, sino también por las insinuaciones de trato preferencial. Según la revista noruega 'Se og Hø', hace un año la policía habría advertido a Marius de una posible implicación en una investigación sobre tráfico de drogas debido a su asociación con conocidos de actividades delictivas. Este hecho ha suscitado críticas sobre el posible favoritismo hacia el hijo de la princesa.

El silencio de la familia real noruega también ha sido objeto de intensas críticas. En la primera detención de Marius Borg, el príncipe Haakon y la princesa Mette-Marit optaron por no hacer declaraciones extensas, lo que fue interpretado por muchos como una actitud de indiferencia. Aunque Haakon comentó que era un «asunto serio», el público echó en falta una respuesta más contundente.

Hasta el momento, la Casa Real no ha ningún comunicado sobre esta última detención, aumentando la presión sobre la familia que también ha tenido que lidiar con las críticas por la reciente boda de la princesa Marta Luisa con el chamán Durek Verret, acrecentadas por la venta de la exclusiva a la revista '¡Hola!'. Este último escándalo no hace más que menoscabar la imagen de la corona noruega y se espera que con el paso de los días, la casa real adopte una postura pública más activa.

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