Kiko Rivera se llevó las manos a la cabeza cuando vio que un colgante con sus iniciales que había puesto a la venta en Internet había alcanzado en una puja una cifra de locos: 130.000 euros.
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El reclamo para entregar la 'joya' (cuyo ... valor real no pasa de los 300 euros) al mejor postor era el siguiente: «Si llegamos a las cinco cifras yo, personalmente, me voy hasta tu casa o hasta donde tú quieras a entregártelo. Nos hacemos una fotografía juntos y pasamos un ratito juntos. Puede ser tuyo, así que... os espero. Un besito muy fuerte, familia».
El collar de «oro rojo, plata y circonita» alcanzó no cinco sino seis cifras, pero el día del pago, el supuesto comprador no apareció y el hermano de Chabelita se quedó con las ganas.
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