'Salmorejo partisano', enchiladas 'Viva Zapata' y unas carrilleras 'Brigada Garibaldi'. Son los platos de Garibaldi, la nueva taberna con la que Pablo Iglesias pretende hacerse ahora hueco en la hostelería madrileña tras haber finalizado su vida política hace casi tres años. Se marchó ... tras perder las elecciones a la Comunidad de Madrid, que las planteó como un enfrentamiento con Isabel Díaz Ayuso, y renunciar a recoger su acta de diputado en la Asamblea. Pero quien pasó por el Gobierno central como vicepresidente segundo y ministro de Asuntos Sociales y Agenda 2030, pareció haber cumplido su siguiente objetivo: fundar su propio medio de comunicación.
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Ahora, quien sigue intercediendo en las altas esferas de Unidas Podemos, y quien fue muy crítico con la que el mismo había nombrado como su sucesora, Yolanda Díaz, ha emprendido la nueva profesión en el centro de Madrid y, más concretamente, en uno de los bastiones de su formación política: Lavapiés. Allí abrirá en unos días un establecimiento en el que la carta está repleta de guiños a figuras y símbolos de la izquierda española e internacional y cuyo apartado vegano se encuentra bajo el título 'No me llames Ternera'.
Así lo ha confirmado el mismo en su cuenta de X. Taberna Garibaldi es el nombre elegido para su nuevo establecimiento situado a menos de diez minutos del Congreso de los Diputados. En el, cuentan, no solo podrán comer quienes visiten el local sino que será un lugar donde organizarán encuentros culturales: desde presentaciones de libros hasta conciertos de música en directo.
El nombre elegido no es baladí. Hace alusión al Batallón formado por las Brigadas Internacionales que durante la Guerra Civil participaron en defensa de la Segunda República Española. Y la carta no deja lugar a dudas sobre el peculiar restaurante que dirigirá Iglesias junto al poeta Sebastián Fiorilli y el cantautor Carlos Ávila. Los nombres de los cócteles son un homenaje a la izquierda revolucionaria: 'Fidel mojito', 'Ché Daiquiri' o un 'Mandela Zulú' se cuentan en una carta encabezada por el lema «las tabernas son el último bastión de la libertad del proletariado» junto a una ilustración del filósofo Karl Kautsky.
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