Mary saca brillo a la corona danesa

Se convirtió en princesa con el vestido de novia más espantoso, según los expertos, de la realeza europea. Se comentó en su día que detrás de ese esperpento estaba la mano de su suegra, la reina Margarita. Ante eso, todo lo que viniera después solo podría mejorarlo. Dos décadas después y recién soplada la vela del primer aniversario como reina consorte de Dinamarca, Mary, la abogada australiana que conquistó en los Juegos de Sídney el corazón del 'príncipe turbo' –como se le apodaba al hoy rey Federico por su afición a la velocidad–, también se ha hecho un hueco en el de los críticos de moda. Encabeza año tras año las listas de las 'royals' mejor vestidas. Y con un condicionante: no derrocha.

Como todos los inicios del año, la web especializada en moda y realeza UFO No More ha hecho público su listado sobre la inversión o gasto, según se mire, que han tenido las mujeres de la realeza durante los últimos 12 meses. Una lista que desde hace casi una década encabeza Charlenne de Mónaco, que ha desembolsado en 2024 más de 350.000 euros para lucir radiante en los actos oficiales como primera dama del Principado.

La reina Mary ocupa la décima posición, con 69.108 euros en gastos. Se calcula que ha estrenado 126 vestidos en un año muy especial, el primero del reinado de Federico X. Doce meses que los nuevos soberanos han completado con nota. Había dudas de cómo acogería el pueblo danés a su nuevo rey. No hay que olvidar que el relevo en la Corona se produjo apenas dos meses después del sonado escándalo por las fotografías en las que Federico de Dinamarca aparecía con Genoveva Casanova, con la que había pasado la noche en su casa tras un paseo y cena en Madrid.

Federico y Mary, sobre todo Mary, han sabido pasar página y centrarse en lo importante:el reino. Sustituir a Margarita no ha resultado fácil, pero en este tiempo han conseguido atraer a los jóvenes, con una monarquía que han dotado de mayor transparencia y en la que se han abordado asuntos, como la lucha contra el cambio climático –empeño del rey­– o la igualdad de género –empeño de Mary–, que habían quedado en segundo plano con la reina Margarita.

La sombra de la anterior monarca es muy alargada, pero ha sabido ceder todo el protagonismo a su hijo y nuera, a la que había privado de tirar del joyero real en sus casi veinte años como princesa. Hasta el punto de que la australiana que, dicen, habla un danés casi perfecto por empeño de la reina Margarita, acudió a una subasta a adquirir una tiara para poder alternarla con las otras dos que disponía.

Desde la proclamación de su marido como Federico X, la reina Mary ha sacado brillo a las joyas que hasta entonces lucía la reina Margarita, descrita en su día como la más reina de las reinas, por sus excesos en el vestir. Y no solo eso: hace apenas un par de meses la Casa Real compartió un vídeo en redes en el que se veía a la reina Mary en labores de confección de una nueva tiara que no tardó en estrenar.

Y si por un lado no ha dejado de 'estrenar' las joyas de la corona en cada ocasión que se le presentaba, por otro ha hecho del reaprovechamiento su carta de presentación. En este año ha combinado conjuntos de estreno con muchos otros que lució en su etapa de princesa, sobre todo para las cenas de gala, lo que no deja de sorprender. Eso sí, sin bajarse nunca de sus altísimo zapatos de tacón que le dan un aire sofisticado. Y sin despegarse de una ligera sonrisa con la que ha sabido ganarse a un pueblo que, ahora sí, es suyo.