La mancha cotiza al alza

El peto forma parte de la colección 'prêt-à-porter' para hombre de esta temporada, en la que Michele canaliza la inspiración grunge. Es una de las piezas en las que se reinterpretan diferentes diseños y técnicas de lavado que difuminan la línea entre lo clásico y lo contemporáneo. Ahora bien, todos los restos del proceso de corte del algodón 100% orgánico de estas prendas se transforman después en nuevos materiales y no involucran productos químicos dañinos, pesticidas ni fertilizantes artificiales.

La obsesión de Alessandro Michele por redefinir la moda de lujo en el lustro que lleva al frente de los diseños de Gucci ha tenido otros capítulos polémicos. Las acusaciones de racismo obligaron a la firma a retirar de la venta un suéter negro con cuello alto que, si se desdoblaba, subía hasta la nariz, dejando la boca al descubierto rodeada de unos carnosos labios rojos. Algunos vieron en la prenda una caricatura de las personas negras.La casa italiana se disculpó por la «ofensa causada» porque «la diversidad es un valor fundamental». Un «incidente» en el que se vieron envueltos y que decidieron tratar como una «lección» para no caer en errores similares.

Igual de mediático fue el desfile de 2018 en el que los modelos llevaban réplicas de su cabeza en la mano. Una polémica de la que supieron sacar provecho cuando el cantante y actor Jared Leto, fanático de Michele, acudió a la exclusiva gala del MET del pasado año enfundado en un estilismo de Gucci con una una copia de su crisma como complemento. Tuvo casi la misma repercusión que cuando Madonna asistió a la entrega de los MTV Music Awards del 95 vestida por el entonces director creativo de Gucci: un Tom Ford que entonces no era conocido fuera del sector y con el que la casa vivió su etapa más sexy. Ambos saben cómo revolucionar el lujo.