Bodas de aluminio de Atelier Couture

Lorena Formoso será la encargada de dar el pistoletazo de salida. La gallega aún recuerda con nostalgia los sobrantes de tela que le pedía a su abuela para vestir a sus muñecas. De esos dulces recuerdos de infancia, cuando los carnavales convertían la cocina de su madre en un auténtico taller de costura, nació su vocación. Pero el flechazo de Lorena Formoso con el mundo nupcial se produjo el día que confeccionó el vestido de novia de su hermana. Desde entonces, esta creadora no ha parado de recibir encargos en los que suelen solicitar sus elaborados bordados manuales, algunos de ellos con la técnica de alta costura Luneville, en la que se utiliza una aguja de ganchillo.

De bordados artesanales también saben mucho en BREA, una firma de moda sin género en la que mantienen casi todos los procesos de forma manual. «Muchos remates del vestido en terminaciones de costura. También detalles de bordados, deshilachar el tejido.», explica su fundador, Juan Brea. «Lo que más solicitan son tejidos especiales, de calidad y diferentes. En cuanto a técnicas, diría que bordados personalizados», detalla el modista, que curtió su estilo en los talleres de maestros de la moda española como Lorenzo Caprile y pulió sus conocimientos con Shingo Sato, considerado el mejor patronista del mundo.

Ampliar

Acabados, bordados y fornituras puede llevar a trabajar en una solo prenda unas 100 horas, como es el caso de las maravillosos vestidos convertibles realizados por María Baraza, con clientas tan relevantes como la 'influencer' internacional Alexandra Pereira; o las de los diseñadores que forman parte del colectivo de Adlib Ibiza, una marca con denominación de origen. «Si algo nos diferencia a los talleres de Ibiza son justamente las técnicas artesanales que en condiciones industriales no existen, por ejemplo, el patronaje a medida o prendas con más personalidad. En Ibiza no hay técnicas perdidas. El objetivo de la moda Adlib es mantenerlas vivas y revalorizar el proceso artesano», explican desde el grupo, del que forman parte Ibimoda, Ivanna Mestres, Monika Maxim Ibiza, Tony Bonet, Vintage Ibiza y Virginia Vald.

Un oficio artesanal por el que no se tiene que «renunciar a innovaciones tecnológicas», como explica el veterano Félix Ramiro. «Es compatible todo», afirma el sastre malagueño, que ha cosido con sus propias manos los trajes de multitud de celebridades como el del futbolista David de Gea en su boda con Edurne o los de la gira mundial de David Bisbal. El también malagueño Rafael Urquizar mantiene vivos en su taller diversos oficios como el flecado o la realización manual de adornos en estilismos minimalistas que tienen enamoradas a clientas de la talla de Nicole Kimpel, pareja de Antonio Banderas o Manuela Velasco, la elegante esposa del presidente de la Junta de Andalucía.