Hugo Castejón: «No soy el soltero de oro alérgico al compromiso que dicen»

«Venimos de una cultura invadida por prejuicios que separa amor y sexo, cuando el sexo puede ser la mayor expresión del amor», puntualiza. Pero él ahora mismo no está enamorado. «Ando de ligoteo, de bailoteo y de cachondeo», se carcajea a sus 48 años... «Ya sé que muchos me consideran un soltero de oro, alérgico al compromiso, pero no es cierto. Yo creo en el amor. Y aunque me cuesta enamorarme, cuando lo hago voy a tope, sin freno». De momento, se prepara para una gira por las discotecas de media España que comenzará a finales de febrero. El eco de su 'Meneo' ('Eo, eo, eo...') ha llegado lejos... «¡Está siendo un boom! -proclama-. Y a mí estar en el escenario es lo que más me llena». Música y televisión son para Hugo «industria del entretenimiento» y él las compatibiliza sin complejos. Como concursante de la última edición de GHVIP, la más vista de la historia, Castejón ha cosechado un club de fans que se denominan 'Los Búhos'.

Mila Ximénez no figura entre ellos. Sus desencuentros en la casa han sido épicos. El cantante se defiende. «No soy peleón ni me va la bronca. Al contrario, desde niño, siempre he sido una persona muy sociable y de llevarme muy bien con la gente. Pero si se meten conmigo no soy de los que se callan, miran para abajo y se dejan apabullar».

Ser auténtico es, a su juicio, la clave de su enorme repercusión mediática, en una televisión donde, según dice, «abundan los que urden montajes, se inventan parejas o falsas infidelidades. El secreto de mi tirón es que tengo mucha verdad», recalca. Y desvela sin reparos que en la casa de Gran Hermano respiró «mucha cobardía, porque entre mis 15 compañeros había 14 siguiendo como ovejitas a la concursante que a priori tenía más fuerza de cara a la audiencia». No la nombra, pero se intuye que es Mila Ximénez.

Tres años de relación con Marta Sánchez le han provocado una súbita amnesia que parece irreparable... Y si una vez llegó a confesar ante a las cámaras que estuvo «muy enamorado» y que la conoció «en una fiesta» cuando ella se puso a bailar frente a él enloquecida... Hoy dice no acordarse de nada. Tampoco Sánchez parece dispuesta a rememorarlo. «El amor me ha dado muchas alegrías pero también he sufrido -confiesa Hugo-. La gente que rompe con su pareja y se queda tan campante es que no amó de verdad. Yo tengo que vivir las cosas a tope. En todo me dejo la piel».

Bajo esa filosofía de vida, este intenso asturiano solo aspira a que «en el lecho de muerte no me arrepienta de lo que no he hecho».