Así se hicieron los vestidos de Swarovski para la Met Gala

«Mi visión era que nuestras musas encarnaran elementos de la naturaleza que se encuentran en el jardín cristalino encantado y que sus vestidos se fusionaran con nuestras joyas: se metamorfosean, se convierten en uno. Quería aportar a los 'looks' el mismo nivel de arte y creatividad que aportamos a nuestras joyas y capturar la belleza y el espíritu alegre de la naturaleza, así como la elegancia y la extravagancia de Swarovski en este momento tan importante para la moda y la cultura pop», comentó Engelbert.

Karlie Kloss encarnó la flor de cristal que hechiza 'El Jardín del Tiempo'. Con un vestido rosa bordado con incrustaciones de joyas de las familias Florere y Millenia de Swarovski, su vestido parecía transformarse en sus joyas florales a juego. El vestido de jersey de seda estaba bordado con 180.000 cristales de color rosa claro y un equipo de siete artesanos tardó 225 horas en crearlo. Su silueta de reloj de arena estaba acentuada por un corsé adornado con joyas y envuelto en guirnaldas de flores y pétalos rosas. Estaba ricamente adornado con 60.500 cristales y su creación llevó 1.600 horas a un equipo de cinco artesanos.

Irina Shayk representó al aire con un vestido de alta costura de malla de cristal que tardó 200 horas en confeccionarse. La silueta ceñida creaba la ilusión de que la luz rozaba su cuerpo, evocando el movimiento fluido y la naturaleza etérea del elemento. El brillo de la modelo se intensificó con una gargantilla, pendientes hechos a medida y capas de brazaletes, todo en luminoso cristal transparente.

Anok Yai se convirtió en agua con un futurista traje de tul adornado con brillantes cristales azul hielo, zafiro y aguamarina. Confeccionado con un diáfano tul de seda adornado con 98.000 cristales para crear la ilusión de joyas brillando directamente sobre la piel, un equipo de ocho personas tardó más de 130 horas en confeccionarlo. El 'look' se complementó con un espectacular collar único de la colección de alta joyería elaborado con 1.050 diamantes Swarovski creados en laboratorio en siete tallas diferentes con un peso total de 156,62 quilates.

Imaan Hammam representó al sol con un estilismo dorado de dos piezas compuesto por una capa cristalizada y una falda columna de satén adornada con una mezcla de cristales dorados. Un equipo de siete artesanos tardó 14 días en crear la capa, que estaba adornada con 3.456 cristales en una mezcla de seis cortes y cinco tonos. La falda de satén se bordó con 100.000 cristales. El resplandor de la modelo holandesa se realzó con un conjunto de intrincadas joyas en una paleta de tonos dorados.