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joaquina dueñas
Lunes, 8 de marzo 2021, 09:51
La entrevista que el príncipe Harry y Meghan Markle otorgaron a su amiga, la popular y prestigiosa periodista Oprah Winfrey, ha sido uno de los acontecimientos más esperados de los últimos tiempos. Detractores y seguidores de la pareja esperaban encontrar en sus palabras afirmaciones que ... reforzaran su postura. El interés ha sido tal que la CBS, canal en el que se ha emitido, llegó a duplicar el precio de sus espacios comerciales.
Toda una bomba que ha llegado en un momento delicado debido a que el duque de Edimburgo, abuelo de Harry, lleva varias semanas ingresado por una infección y ha sido operado de una dolencia cardíaca a sus 99 años, mientras la reina, Isabel II, se encuentra recluida debido a la pandemia. De hecho, se barajaba la posibilidad de que la emisión de la entrevista se aplazara a la espera de un momento mejor. Sin embargo, es muy difícil encontrar un buen momento para hacer las confesiones que la pareja ha realizado. Aquí están las más relevantes:
Meghan Markle comenzó la entrevista a solas en la casa de la presentadora, una magnifica mansión de Santa Bárbara. La actriz reveló cómo fueron los detalles de la primera vez que conoció a la reina. Fue después de que la monarca regresara de un servicio religioso y afirma que se sorprendió porque «no sabía que tenía que hacer una reverencia». «Practiqué en el coche, hice una reverencia muy profunda y luego simplemente nos sentamos allí y charlamos», explica. «Fue encantador y fácil», recuerda entre risas.
Cuando Harry y Meghan se casaron en 2018, se interpretó como un signo de apertura de la monarquía británica. Sin embargo, a tenor de las palabras de ella, nada más lejos de la realidad. La relación conflictiva con la familia real y con la prensa pudo con ellos, especialmente, a partir del embarazo y el nacimiento de Archie, su primer hijo. «El primer miembro de la familia real de color no recibió un título. Y se dijo que fue nuestra decisión, pero no lo fue», explicó rotunda. Una revelación explosiva que no dudó en detallar: «Durante esos meses en los que se hablaba sobre si recibiría un título, también hablaban sobre cuán oscura sería su piel».
En los últimos meses de embarazo le confirmaron que su hijo no tendría seguridad ya que el hecho de no recibir título significa que tampoco tendría ese servicio de protección, por lo que en lugar de una dulce espera Meghan resultó ser un auténtico suplicio. Fue cuando vivió los peores momentos de su vida: «Simplemente no quería seguir viva. Y ese era un pensamiento muy real, claro, aterrador y constante», confesó. «No me protegieron», afirmó en varias ocasiones, ni a ella ni a su marido.
El duque de Sussex reconoció que él y su hermano, Guillermo, están actualmente alejados. Algo que, no parece vaya a tener solución a corto plazo, menos aún tras la emisión de esta entrevista. Tampoco pasa por su mejor momento el vínculo con su padre. Harry afirmó que quiere reconstruirlo aunque quedó muy defraudado con él ya que, cuando se fueron a vivir a Canadá, Carlos dejó de cogerle el teléfono, aunque ahora han recuperado la comunicación y tienen videollamdas para que vea a su nieto, Archie. Una forma de comunicación que también mantiene con la reina. Harry aseveró que se fueron de la realeza y del Reino Unido «porque no nos apoyaban, no nos entendieron». «Estaba atrapado pero no sabía que lo estaba», continuó y se mostró satisfecho por haber podido salir de allí. «Mi padre y mi hermano están atrapados en esa vida y no pueden salir», lamentaba.
Una vida en la que además de la presión de la familia, se vive muy intensamente la de la prensa. La entrevistadora, Oprah, recordó a Meghan todo lo que se dijo durante los días previos a su boda. «Se dijo que habías hecho llorar a Kate Middleton», comentó la periodista, a lo que la duquesa de Sussex no dudó en responder: «Fue exactamente al revés». Y asegura que su cuñada incluso se disculpó y le llevó flores. Según su versión, todos en el Palacio sabían la verdad pero nadie se atrevió a defenderla. Así las cosas, ni siquiera la boda que parecía de cuento de hadas y que retransmitió al mundo entero fue algo que la actriz sintiera como algo propio. Lo cierto es que tres días antes, la pareja había contraído matrimonio en secreto.
Tras escuchar sus vivencias cobran sentido las palabras sobre su sorpresa ante la petición de silencio por parte de la Casa Real a la que no dudan en denominar como 'La empresa' (The firm, en inglés), término peyorativo que utilizan los tabloides ingleses. «No sé cómo esperan que después de todo este tiempo todavía permanezcamos callados si la monarquía perpetúa falsedades sobre nosotros», decía Meghan a la vez que reconocía que «es realmente liberador tener el derecho y el privilegio, en cierto modo, de decir 'sí, estoy preparada para hablar'». Y vaya si lo estaba.
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