El gran miedo de Bertín Osborne con su hijo

La última, hace unos meses cuando el pqueño tuvo que ser operado al tener fracturados sus dos fémures. Ahora, el cantante está preocupado sobre qué será de su hijo Kike cuando ni él ni Fabiola estén: «Tú tienes que tener claro que esto es para siempre. Pero no solo para siempre, lo peor para nosotros es cuando no estemos. Ahora hago lo que haga falta, pero cuando no esté yo y no esté su madre... Eso es lo que me preocupa de verdad, lo que no me deja dormir. Me da terror pensar qué será de él cuando no estemos nosotros».

Si bien es cierto que el hijo de la pareja «ni llora, ni se queja», Osborne ha reconocido que fue muy duro lo que ha vivido recientemente. «Fue muy duro, llevaba ya dos meses con la operación enorme que le hicieron: ocho horas, 19 cortes, músculos, tendones... Quedó muy bien y le pusieron dos escayolas. Cuando se las quitaron empezó a hacer rehabilitación y, de repente, un día empezó a chillar. Fabiola le daba masajes pensando que era un calambre y era que tenía el fémur roto».

Rápidamente fue operado del fémur y, cuando parecía que todo había pasado, «al día siguiente empezó otra vez a chillar porque se le había roto el otro», cuenta Osborne.