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Los príncipes Guillermo y Enrique desvelan una estatua cerca del palacio de Kensington en honor a su madre, Diana de Gales

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Los príncipes Guillermo y Enrique desvelan una estatua cerca del palacio de Kensington en honor a su madre, Diana de Gales EFE

Guillermo y Enrique, esperado reencuentro en el homenaje a su madre

Los hermanos fueron los encargados de descubrir una estatua de Lady Di en el día que habría cumplido 60 años

Joaquina Dueñas

Jueves, 1 de julio 2021, 00:07

Diana de Gales habría cumplido ayer 60 años y qué mejor regalo en tan señalada fecha que volver a ver a sus hijos juntos y en armonía después de meses distanciados. Con motivo de su aniversario, se descubrió una estatua en memoria de Lady Di. ... Aunque conocer cómo había quedado el monumento despertaba expectación, volver a ver juntos a los dos hermanos era el gran atractivo de la jornada. Su último encuentro había sido en el funeral de su abuelo, el duque de Edimburgo el pasado 17 de abril, un acto solemne y protocolario. En esta ocasión, Guillermo y Enrique se han mostrado cercanos y cordiales, si bien podía apreciarse al duque de Sussex más distendido que a su hermano y con un lenguaje corporal también más abierto y gesticulando con los brazos.

A las cuatro de la tarde, hora española, comenzaba el homenaje que era emitido en directo ya que por causa del coronavirus el acto estaba restringido a una docena de invitados entre los que estaban los hermanos de Diana, el conde Charles Spencer, Lady Sarah McCorquodale y Lady Jane Fellowes que llegaban caminado al palacio minutos antes. También participaron el escultor, Ian Rank-Broadley, y la amiga de Diana y madrina del príncipe Jorge, Julia Samuels. Con todos ellos estuvieron charlando antes de descubrir la estatua ubicada en el rediseñado jardín del palacio de Kensington. Quince minutos después se dirigían hacia la escultura, cubierta con una lona verde, y la destapaban al unísono tirando cada uno de un extremo.

Ante ellos se descubría una figura de bronce que representaba a Diana de Gales junto a tres niños. Bajo la estatua, un extracto del poema 'La medida de un hombre' de Albert Schweitzer que Guillermo y Enrique se acercaban a leer: Estás son las unidades para medir el valor/ de esta mujer como mujer sin importar dónde nació/ ¿ni cuál era su posición?/ ¿pero tiene un corazón?/ ¿Qué tal ha jugado el papel que le dio Dios?

Para terminar de mostrar una imagen de unidad, los niegos de la reina Isabel II decidieron hacer una declaración conjunta: «Hoy, en el que habría sido el 60 cumpleaños de nuestra madre, recordamos su amor, fuerza y carácter, cualidades que hacían de ella un torrente de bondad alrededor del mundo, cambiando incontables vidas de la gente para mejor. Todos los días, deseamos que ella todavía esté con nosotros y esperamos que esta estatua sea considerada para siempre como un símbolo de su vida y de su legado. Gracias a Ian Rank-Broadley, Pip Morrison y sus equipos por su excelente trabajo, a los amigos y donantes que han ayudado a hacer esto realidad y a todos aquellos alrededor del mundo que mantienen viva la memoria de nuestra madre».

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