Enrique e Isabel II pactaron antes de reunir a la familia

Siempre según este popular diario, Enrique llegó unas horas antes a Sandrigham, residencia de verano de la soberana, para pactar con su abuela los puntos de la cita posterior. Además, fuentes palaciegas negaron que Meghan, que no asistió al encuentro, se conectara con el resto de la familia por teléfono. Al parecer, fue descartado por motivos de seguridad. Tras ese primer encuentro, se unieron a ellos el resto de los Windsor convocados. Solo faltaron Felipe de Edimburgo, Meghan, que se quedó en Canadá (donde la pareja ha fijado una de sus residencias habituales) y Kate Middleton, que decidió esperar a su marido, el príncipe Guillermo, en el palacio de Kensington junto a sus tres pequeños.

Esta reunión, en boca de todos los británicos, se cerró con un más que atípico comunicado de la propia Isabel II. Los expertos aseguran que es el «más personal» en sus casi 68 años de reinado. En el texto deja claro que apoyan «completamente el deseo de Enrique y Meghan de crear una nueva vida como la familia joven que son». También anuncia el pacto familiar de ofrecer «un periodo de transición en el que los Sussex pasarán tiempo en Canadá y el Reino Unido». Es el proceso de desconexión de la pareja, que ha decidido dejar de ser miembros 'al cien por cien' de la familia real.

La inédita situación mantiene al resto de casas reales a la expectativa. El príncipe Haakon de Noruega, heredero al trono escandinavo, ha sido el único que se ha pronunciado. «Creo que si todos se toman su tiempo para coger aire y respirar, estoy seguro de que podrán encontrar buenas soluciones», afirmó de forma diplomática. Por lo pronto, los Sussex han establecido su hogar en Canadá en Mille Fleurs, la mansión de lujo que tiene el magnate del cine Frank Giustra en Vancouver. No les cobra nada porque tienen amigos comunes.