De Clemente Lequio a Draper Le Bond

Llamarse Clemente Lequio, que dicho de corrido suena a 'entelequio', ya representa un nombre lo suficientemente esotérico como para firmar un disco titulado 'Broadcast of Electric Dreams' en cuya portada aparece un ovni despegando hacia las estrellas... Pero Clemente, el autor de dicho álbum, ha preferido reciclarse en todos los sentidos. Tras ocho meses de gestación artística (moviéndose «de la cama al estudio»), Lequio ha pasado a ser Le Bond y el pinchadiscos ha derivado en compositor debutando en ese campo con diez temas de corte retro destinados a que la gente mueva el esqueleto, según ha contado el joven a la revista 'People en español'.

Entre sus principales influencias figuran grupos ochenteros como Depeche Mode y clásicos como Beethoven o Chopin... «Bravoooo. Eres un artista y un gran trabajador», ha proclamado la fogosa 'mamma' del artista tras escuchar el disco. Pero Clemente ha dejado claro que él no compone música para complacer a las masas ni a un público específico. «Lo hago -precisa- para satisfacerme a mí mismo».

La vena filosófica del primogénito de Alessandro Lequio no es nueva. Aunque sus facetas más conocidas para el gran público sean las de hijo de famoso y modelo ocasional de Armani, el joven siempre ha tenido otras aspiraciones en la vida... Un arraigado sentido de la justicia le llevó a estudiar Ciencias Políticas. Hasta que se percató de que aquello no era lo suyo. «Para ser político en Italia creo que me falta estómago», le confesó Clemente a esta periodista hace unos años.

Hoy, en sus redes sociales, el joven Lequio reflexiona sobre el «peligroso y nuevo régimen del politically correct». Y lo mismo cita a Kant que menciona a Trump o al movimiento 'Black Lives Matter', critica un mundo donde aparentar «se convierte en uno de los aspectos más importantes de nuestra vida» y se termina preguntando «¿Cuántas veces a lo largo del día nos tenemos que morder la lengua o contar hasta diez antes de expresar un concepto teniendo el tacto de no herir sentimentalmente a nadie?». Pregunta que deja fuera, por exclusión, a su propia madre, la desahogada, siempre franca y nada políticamente correcta Antonia Dell'Atte.

Amante del buen vino, de los perros, de los gatos y del fútbol, Clemente reside actualmente en Miami, donde hace vida de recién casado junto a su mujer, Corbie Gregory, responsable del departamento de Recursos Humanos en el Nobu Hotel de Miami Beach, un lujoso establecimiento del que es cofundador Robert de Niro.

El hijo de Antonia Dell'Atte desveló el pasado mes de octubre que se había casado. Y ella encontró vía libre para explayarse en su papel de perfecta suegra... «Solo puedo decir que estoy feliz y muy orgullosa de mi hijo, y que ha elegido muy bien», afirmaba la exmodelo en la revista '¡Hola!'. «Corbie -añadía- es maravillosa como persona. Una mujer diez: familiar, deportista y, además, guapísima y con unos ojos azules verdosos preciosos, nos llevamos muy bien».

Más allá de su boda y de su reinvención como músico, Clemente no ha tenido un 2020 nada fácil. Ha trabajado como camarero en «turnos imposibles de 50 y 60 horas semanales», según explicaba su madre. Y el fallecimiento de su hermano, Álex Lequio, el hijo de Ana Obregón, le sumió en una profunda tristeza, agravada por la polémica que suscitó su llamativa ausencia en el funeral. Él recurrió entonces a Instagram para defender a Antonia de las críticas que recibió por haber hablado del asunto en un programa de televisión. «Mi madre no ha mentido», puntualizaba. Y añadía que si de algo peca Dell'Atte «es de honestidad». Eran las palabras de un joven que siempre ha buscado un refugio de privacidad en medio de una tempestuosa fama heredada. Su lema lo dice todo: «Las mejores partes de mi vida no están en las redes sociales».