Anabel Pantoja vuelve a sentirse niña en París

Y es que, la aventura francesa de Anabel Pantoja comenzó con un problema de equipaje, pero tan ilusionada estaba la prima de Kiko Rivera que no quiso ponerse dramática. A su llegada a París, se dieron cuenta de que la maleta que creían que era de David, pertenecía a otra persona. Así, la primera parada fue en una boutique para comprar prendas básicas. «Estamos intentando localizar al chico que es español y vive en París», explicaba la empresaria que decidió relativizar el percance. La maleta tardó unos días en aparecer, pero ellos optaron por aprovechar su estancia.

Otro escollo que ha tenido que superar ha sido el del idioma, ya que, tal como ella misma ha reflejado en sus redes sociales era su «primer viaje a París sin entender nada de francés». Así, la hemos visto intentando entenderse con un taxista chapurreando alguna palabra en francés, hablando alto y despacio en español y salpicando la conversación con algunos términos en inglés mientras gesticulaba sin cesar para hacerse entender de la mejor manera posible. Una cómica escena que grababa su novio al tiempo que le corregía alguna pronunciación gala.

La serie que ella mismo ha titulado 'La gordi en París' seguía con su visita a algunos de los enclaves más emblemáticos de la ciudad del amor: Montmartre, el Sagrado Corazón, los Campos Elíseos y, por supuesto, La torre Eiffel. Incluso se ha atrevido a contar la historia de uno de los monumentos más conocidos de la capital francesa, el Arco del Triunfo, «el monumento por excelencia de París», explicaba.

Las lágrimas llegaron con su paseo por Disney donde muy emocionada recordó sus momentos de infancia y tuvo unas palabras entre sollozos para su padre, Bernardo Pantoja, fallecido en noviembre del año pasado, después varios contratiempos de salud.

También lloró delante de la pirámide del Louvre: «Es que he tardado mucho en venir a ver esto. Es espectacular», relataba a sus seguidores al tiempo que recordaba cómo había visto ese mismo escenario en el cine: «Aquí se hizo la película de 'El código Da Vinci', de Tom Hanks, se hizo 'Lupin».

Unas lágrimas que también han tenido eco en las redes sociales en los programas del corazón. Concretamente, en 'Socialité', la periodista Diana Aller la criticaba señalando que «es normal ir a París y ver los tópicos, lo que no es tan normal es ponerse a llorar por ver la Torre Eiffel. Llora porque lo ha visto tantas veces en redes sociales que se emociona. Claro, esto nos muestra la parquedad cultural en la que se mueve Anabel». Unas críticas que Anabel no dudó en contestar y «aceptar», lo que hizo que desde el mismo espacio, la que ha sido durante mucho tiempo su compañera, María Patiño, le pidiera disculpas.