el norte
Viernes, 20 de abril 2018, 12:38
No todo lo que conlleva la fama es positivo. Que se lo pregunten a Taylor Swift, que no cesa de vivir episodios desagradables motivados por sus acosadores. El pasado sábado, la policía detuvo a Julius Sandrock cuando intentaba entrar por la fuerza en la residencia ... de la cantante. El sujeto iba armado con un cuchillo y munición. Además, en su vehículo se encontraron una funda de pistola vacía, guantes de látex, una cuerda y varias mascarillas. Los agentes también descubrieron que Sandrock llevaba distintos medicamentos, entre los que se incluía opiáceos, oxicodona y antidepresivos. Afortunadamente, la artista no se encontraba en casa en ese momento.
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Este incidente se produce una semana después de que otro acosador de la cantante, Frank Andrew Hooper, fuera condenado a diez años en libertad bajo vigilancia después de no acatar la orden de alejamiento que tenía impuesta desde hace dos años. Éste, además de amenazar a Taylor, también lo había hecho con su padre. «Un día voy a acabar con todos los Swift porque ya no soporto más el virus de mierda que ha esparcido tu hija», publicaba en uno de los correos.
El tercer acosador, conocido, es el locutor de radio Robert Jackson Mueller, al que demandó también hace unos años, según recoge 'ABC'.
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