Las urnas catalanas pulsan el efecto de la sentencia del 'procés'
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Los independentistas podrían obtener, por primera vez, la mayoría absoluta de escaños en unas generales en Cataluña10N ·
Los independentistas podrían obtener, por primera vez, la mayoría absoluta de escaños en unas generales en Cataluñacristian reino
Barcelona
Domingo, 10 de noviembre 2019, 00:10
Cataluña vota hoy en las generales en un clima convulso y de división social provocado por la sentencia del Supremo contra los líderes secesionistas, por el final del 'procés' y por las imágenes de violencia que dejaron las protestas independentistas contra el fallo judicial. Podrá ... calibrarse el efecto real en las urnas de las condenas contra los doce jerarcas del soberanismo, que suman entre todos 100 años de prisión.
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El independentismo ha centrado su campaña en tratar de capitalizar las condenas y ha pedido a los suyos que den una respuesta contundente al fallo, justo lo que las fuerzas soberanistas no han sido capaces de hacer en lo institucional, por culpa de la división y el temor a nuevas imputaciones. Por primera vez desde 1977, el secesionismo está en disposición de obtener la mayoría absoluta de escaños en unas generales en Cataluña. En las pasadas elecciones de abril, ERC y JxCat sumaron 22 del total de 48 diputados que hay en juego en la comunidad catalana.
Un objetivo impensable no hace mucho, cuando las fuerzas no independentistas siempre se imponían ampliamente en los comicios para el Congreso en Cataluña. En esta ocasión, la novedad es la CUP, que se estrena en las españolas. La irrupción de los anticapitalistas, impulsados en las encuestas por los disturbios en las calles, según fuentes de ERC, ha marcado los discursos de republicanos y posconvergentes y ha hecho aún más visible la división que hay en el movimiento.
Hay varias partidas en juego en las catalanas. La primera, ver si el independentismo consigue la mayoría absoluta y si logra avanzar posiciones. La segunda es el duelo entre ERC y el PSC por la primera posición. La tercera pone en cuestión si se refuerza la apuesta pragmática de los republicanos o si reciben castigo y por último está por ver si JxCat sigue en caída libre en su pugna con ERC por liderar el soberanismo. El mano a mano entre Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, a la espera de la batalla final en las próximas autonómicas, vive hoy un nuevo capítulo.
El independentismo, si supera la mayoría absoluta, hará una lectura conjunta. Un balance en clave de 'procés' y de respuesta a la sentencia y exigirá al futuro presidente del Gobierno que se siente a hablar sobre la amnistía de los presos y sobre el derecho de autodeterminación. Pero este resultado de conjunto no podrá disimular la división que hay en el independentismo. Hasta el punto que no es descartable que una gran victoria de ERC, si supera los 16 escaños y sus socios postconvergentes se queden en cinco, podría precipitar la ruptura del Govern catalán para la convocatoria de elecciones catalanas, que en el independentismo se vislumbran, pase lo que pase hoy en las urnas, para primavera del año que viene.
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Esta falta de unidad entre las tres fuerzas secesionistas se ha hecho más visible en el tramo final de la campaña. Empezaron más o menos no atacándose, pero acabaron cargando con todo. JxCat buscó el golpe de efecto proponiendo a ERC y la CUP formar un único grupo parlamentario en el Congreso integrado por los tres partidos independentistas. Pero ni Esquerra ni los republicanos compraron la oferta de un «grupo de la república catalana», conscientes de que se trata de una treta de los nacionalistas para subsanar que posiblemente se quedarán sin grupo propio y porque reclaman su derecho a defender un perfil diferenciado en el Congreso. Especialmente ERC, que será la fuerza de referencia del soberanismo y que ha asumido el papel que otrora desempeñaba CiU, la de principal interlocutor del catalanismo en Madrid.
El propio presidente del Gobierno reconoció en campaña que ha hablado con Pere Aragonès, no así con Quim Torra, y los republicanos, aunque creen que con «este Pedro Sánchez» que se ha visto en campaña tan contundente con el soberanismo será casi imposible llegar a acuerdos, confían en que la aritmética le obligue a mirar hacia la izquierda. Y ahí ERC no descarta nada. En las pasadas elecciones, Esquerra estaba dispuesta a ofrecer la abstención de sus 15 escaños gratis para facilitar la investidura de Pedro Sánchez. Ahora, en cambio, da a entender que será más exigente. Si bien, su objetivo es ser influyente para que se abra una mesa de diálogo entre Madrid y Barcelona. ERC se ha propuesto un doble reto: ganar al PSC en Cataluña y a Ciudadanos en toda España. En el caso de JxCat y la CUP ya han anunciado que su intención es bloquear en la medida de lo posible la gobernabilidad española.
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