Miércoles, 6 de noviembre 2019, 12:08
Cuando Íñigo Errejón anunció que se iba a presentar a las elecciones generales, Antonio se llevó una gran alegría: era su opción. Pero su gozo en un pozo cuando el candidato de Más País dijo que su partido sólo se iba a presentar ... en 18 circunscripciones, las más grandes, justo en aquellas en las que podría lograr representación. Antonio quiere votar a Errejón, pero vive en La Rioja. ¿Puede hacer algo para cumplir su deseo? Sí, puede. Antonio le contó lo que le ocurría a su hijo, Javier, que vive en Madrid, y Javier, que había decidido votar en blanco, le propuso a su padre hacer un intercambio de votos: finalmente, este domingo 10 de noviembre, Antonio votará en blanco en La Rioja, como quiere su hijo, y Javier votará a Más País en Madrid, como anhela su padre. Resultado: los dos contentos.
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Seguro que a Iván Redondo, el gran gurú de Pedro Sánchez, esta historia le suena porque en su serie favorita, 'El Ala Oeste de la Casa Blanca', se desarrollaba una trama similar. Temporada cuatro, capítulo siete. La despistada Donna Moss, ayudante de un asesor del presidente demócrata, descubre que se ha equivocado de papeleta y ha votado a un candidato republicano, así que busca por todo Washington a otro votante republicano al que convencer para que vote demócrata. Spoiler: al final lo encuentra.
El 'swap vote' (trueque del voto) es una práctica relativamente conocida en los países anglosajones. De hecho, en Reino Unido existe la web 'swapmyvote.uk', que pone en contacto a votantes de diferentes circunscripciones para que puedan intercambiar sus papeletas. ¿Pero cuál es el sentido final de todo esto? Maximizar los apoyos de un partido allí donde más opciones tiene de conseguir un escaño.
Otro ejemplo, esta vez ficticio: un votante británico quiere votar a los liberal-demócratas en una circunscripción en la que no tiene nada que hacer porque laboristas y conservadores están en un empate técnico. En la otra punta del país, una votante laborista tiene la sensación de que va a perder su voto porque en su condado, los conservadores y los liberal-demócratas, que están en empate técnico, aventajan en mucho a su candidato laborista. Lo ideal sería que el primer votante pudiera apoyar a un candidato liberal-demócrata allá donde tiene opciones, y lo mismo la segunda votante con los laboristas. Para ponerlos en contacto nacieron páginas web como 'swapmyvote.uk'.
En esta página y en otras similares, los votantes exponen sus preferencias e internet hace su magia uniendo a unos electores con otros votantes en una situación similar, pero en circunscripciones diferentes. No existen datos sobre cuántos ciudadanos han intercambiado sus votos a través de la Red porque las páginas inciden en la privacidad, pero en las últimas elecciones generales del Reino Unido, celebradas en 2015, los periódicos británicos se hicieron eco de la proliferación de estas iniciativas. En España todavía no ha aparecido ninguna página de este tipo.
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Y sí, todo lo anterior está muy bien, pero enseguida surge una pregunta inevitable en estos supuestos: ¿cómo puedo estar seguro de que mi 'partenaire' votará lo que yo quiero que vote y cómo él puede estar seguro de que yo votaré lo que él me ha dicho? 'swapmyvote.uk' tiene también una respuesta para esto: intenta que los dos votantes vayan generando una relación más profunda a través de Facebook y Twitter, que dialoguen y que se conozcan tanto que al final, uno pueda confiar completamente en el otro porque nadie traiciona a un amigo.
En estas elecciones generales en España, las opciones de intercambio de voto serían infinitas. Con el 'swap vote', los residentes en la España Vacía podrían votar a Errejón; un catalán que viva en Andalucía podría hacerlo a ERC o a Junts per Cat; un vasco que esté en Extremadura, al PNV; un balear que adore a Revilla se puede inclinar por el PRC... Y es que hay gente para todo: en las últimas elecciones europeas (unos comicios en los que la circunscripción es el conjunto del país) las formaciones independentistas catalanas encabezadas por Oriol Junqueras y Carles Puigdemont lograron entre ambas más de 5.000 votos en Andalucía y casi 700 en Extremadura.
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