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Apenas ha dormido tres horas pero Alberto Núñez Feijóo se ha plantado este martes en Ciudad Real, con un calor sofocante, para seguir adelante con la campaña electoral y presumir de haberle ganado el cara a cara a Pedro Sánchez. «Cuatro días sin agenda como ... presidente del Gobierno para preparar un debate ¿para qué? Para nada», le recriminó a su rival. Pese al «subidón», el candidato del PP rebajó la euforia en una conversación informal con periodistas porque las elecciones, dijo, «aún no están ganadas».
Los populares creen que el debate marca un punto de inflexión, pero sobre todo para el jefe del Ejecutivo, «que no ha conseguido la remontada» que buscaba. Pero no descartan que éste maneje un 'plan b', una «carambola» que pasa porque el candidato popular gane las elecciones, pero «no nos dejen gobernar, bloqueen el país y volvamos a otras elecciones en los próximos meses», ha alertado Feijóo a los suyos.
Una alusión al «no es no» que protagonizó el socialista contra Mariano Rajoy en 2016 y que el expresidente de la Xunta quiere evitar a toda costa. «Vamos a evitar el bloqueo de nuestro país», ha alentado a los más de 600 asistentes al acto, que interrumpían cada dos por tres jaleándolo al grito de «presidente» y «Sánchez vete ya».
El líder de los populares vovlió a apelar al voto útil para intentar acercar a las siglas del PP al casi millón de votantes indecisos que aún no tiene claro que papeleta escoger el 23-J. «Elegimos entre el 'sanchismo' antiguo y el cambio. Entre un Gobierno sólido -dijo- o un Gobierno con Sánchez».
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