Alberto Núñez Feijóo regresó este domingo a la plaza de toros de Pontevedra, su 'talismán' en las cuatro mayorías absolutas que cosechó en Galicia, para pedir una vez más una «gran mayoría» en las urnas que le permita gobernar a partir del 23 de julio ... en solitario, sin tener que depender de la «intransigencia de los extremos». El líder del PP confía en superar los 150 escaños, incluso el listón de los 160, para sumar más que toda la izquierda y dejar a Vox fuera del Consejo de Ministros. Por ello, apela siempre que tiene oportunidad al voto útil para tratar de armar esa mayoría amplía a expensas de la formación de Santiago Abascal, a la que espera debilitar al máximo para que no pueda exigirle sillones. «Es el momento del cambio en España», aseveró ante las 12.000 personas que abarrotaron el coso taurino en una demostración de fuerza, entre los que se encontraban el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y su mentor político, José Manuel Romay Beccaría.
Publicidad
El baño de masas en Pontevedra llega a poco más de 24 horas del decisivo debate entre el jefe del Ejecutivo y el líder de la oposición en Atresmedia, que servirá para inclinar la balanza del voto de miles de indecisos a dos semanas de que se pongan las urnas. El único cara a cara de toda la campaña en el que Pedro Sánchez invocará los acuerdos del PP y Vox como quien invoca al diablo, consciente de que han servido para desperezar ligeramente al electorado de izquierdas pero no para desmovilizar a una derecha motivada. Unos acuerdos con la extrema derecha que haberlos haylos, como las meigas, pero de los que insisten en Génova que no ha quedado otro remedio en Extremadura y la Comunidad Valenciana por la aritmética. «Los que le dieron a Bildu la llave de la gobernabilidad lo fían ahora todo a un supuesto miedo. Su auténtico miedo –contraatacó Feijóo– es a las urnas».
El dirigente gallego apuesta por un Gobierno moderado, libre de ataduras con Vox. De ahí que pida siempre que puede concentrar el voto en torno a las siglas del PP para garantizar que, si alcanza la Moncloa en solitario, acabará con la política «de bloques» que representa el PSOE y sus aliados, quienes tratan de dibujar un escenario en el que los populares dependa sí o sí de los de Abascal. «Os pido ganas de ganar y ganar con ganas», reclamó parafraseando el lema de campaña de Isabel Díaz Ayuso.
Desde el centro del albero, Rajoy se arrimó al toro para tratar de ayudar a Feijóo a combatir a Vox. «Nosotros no somos un partidobisagrista como otros. Hay otros –reflexionó– que tienen un revés y vuelan. ¿Dónde están UPyD, Ciudadanos o Podemos?». El exjefe del Ejecutivo no dudó del triunfo del político de Os Peares después de la victoria de los populares el 28-M, que supuso, subrayó, «una enmienda a la totalidad al Gobeirno Frankstein».
Feijóo quiere conseguir un cambio como el que protagonizó Felipe González en 1982 para que «nadie ni nadie se imponga al Gobierno legítimo de España», dijo en referencia a los acuerdos de Sánchez con los independentistas vascos y catalanes. En Génova creen que el candidato socialista «fía» las próximas generales a una «carambola» para «volver a bloquear la gobernabilidad» con el histórico «no es no» que ya vivió Rajoy en 2016.
Publicidad
El candidato del PP quiere acabar además con esa dependencia de los extremos y apostar por «pactos de Estado» y sentido común en las instituciones, lejos de los intereses partidistas e individuales, y de las «imposiciones» del resto de partidos, donde se incluye también Vox, su socio en tres gobiernos autonómicos y más de un centenar de ayuntamientos.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.