El PP ha atemperado en el programa electoral su propuesta de abril para intervenir Cataluña. Allí donde el 28-A se plasmaba el compromiso de aplicar «cuantas medidas sean necesarias» al amparo del artículo 155, los populares han optado por eliminar la referencia expresa ... a este apartado constitucional. En su oferta para el 10-N, se limitan al primer trámite antes de proceder: «Remitiremos al presidente de la Generalitat un requerimiento para garantizar el cumplimiento de sus obligaciones constitucionales».
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Fuentes del PP consideran que el artículo, dada la excepcionalidad que contempla, sigue siendo un «anatema» para parte del electorado. Y si bien mandar un aviso a Torra ya es iniciar los trámites de este precepto de la Carta Magna, los populares encuentran en esa antesala una posición más acorde con el perfil institucional que desean transmitir. Más aún cuando toman, para justificar en público la modulación del mensaje, la sentencia que el Tribunal Constitucional publicó en julio con los límites del 155.
La rectificación del programa es una muestra más del cambio de tono que el PP ha querido imprimir a su discurso para proyectar una imagen menos áspera de su candidato en estos comicios tras el hundimiento en abril hasta los 66 escaños. Ya en la presentación del programa el partido incluye referencias a la «moderación» y la «centralidad». Dos ejes vertebradores que los populares confían en poder mantener, o al menos proyectar, hasta el 10-N para afianzar el crecimiento que recogen las encuestas. Y en este marco, dirigentes conservadores desaconsejan agitar en demasía el 155, aunque Pablo Casado no descarte recurrir a este instrumento en el futuro.
La alternativa que plantean, mientras tanto, para no perder la posibilidad de presentarse como garantes del «orden» frente a sus competidores de la derecha, es una batería de medidas para Cataluña que pasan por aplicar la Ley de Seguridad Nacional y coordinar a los Mossos o recuperar las competencias penitenciarias.
En los últimos días, sin embargo, Casado ha endurecido algunos mensajes y este jueves acusó en el Foro ABC a Quim Torra de «alentar la rebelión y la insurreción». Cargos del PP consultados restan importancia a este extremo y recuerdan que en el mismo escenario abogó por un «plan España para Cataluña» con el fin de recuperar «afectos» y «ayudar» a medios de comunicación «que no comulgan con las ruedas de molino nacionalistas», rectores, ONG o patronales. También se comprometió a ir una vez a la semana a este territorio si gana las elecciones.
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«Concordia, moderación y pacto, ahí nos tenemos que mover», señalan las mismas fuentes, partidarias de no perder la cabeza por la subida de Vox y el estancamiento, o incluso retroceso, de los populares en algunas encuestas de esta semana respecto a los anteriores sondeos. Insisten en centrarse en el enfrentamiento con Pedro Sánchez, a quien Casado reprochó hoy ser «desleal» con el constitucionalismo.
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