Lunes, 15 de abril 2019, 15:10
Pablo Casado ha acusado al presidente del Gobierno de mantener un «silencio cómplice» ante los 'escraches' del fin de semana a los candidatos de Ciudadanos y Vox, Albert Rivera y Santiago Abascal, en el País Vasco. El líder del PP ha ... sumado los altercados en los mítines electorales de sus adversarios al intento de boicot a la dirigente popular Cayetana Álvarez de Toledo el pasado jueves en la Universidad Autónoma de Barcelona. «Mi pregunta al Gobierno del PSOE es si quiere estar al lado de los partidos que jalean la violencia o si va ya a anunciar medidas contundentes para evitarlo y para que nosotros dejemos de ser increpados», ha apelado al jefe del Ejecutivo desde el Muelle Cambulloneros en las Las Palmas de Gran Canaria.
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En el cuarto día de caravana electoral, el líder del PP ha situado los incidentes y su condena como eje de una campaña en la que, a su juicio, la «tónica dominante» está siendo «el riesgo de perder las libertades». Y, más allá del rechazo de los socialistas vía Twitter «hacia quienes quisieron boicotear un acto de Ciudadanos en Rentería» y del desmarque de la vicepresidenta, Carmen Calvo, Casado insta a Sánchez a pronunciarse: «No me valen ni disfraces de moderación, ni el ponerse la corbata de presidente del Gobierno. O el PSOE está con los demócratas a los que nos están 'escracheando', agrediendo y que tenemos que ir escoltados por todas partes o el PSOE está con los de la 'kale borroka' de Bildu, con los de la 'kale borroka' del PDeCAT y Esquerra o con los de la 'kale borroka', por lo menos justificada como jarabe democrático, de Podemos».
El candidato del PP se rebela, además, contra los reproches por, entre otras cosas, haber acusado al Gobierno de preferir aliados con «manos manchadas de sangre». «Este cinismo, esta hipocresía por la cual supuestamente el PP somos los violentos porque denunciamos los pactos inconfesables y las actitudes absolutamente totalitarias de sus socios ya no cuela», ha cargado. Es más, advierte al Ejecutivo de que si no «denuncia» los incidentes o «sigue pactando con quien hace este tipo de agresiones», se pondrá «del lado de los violentos».
La solución que propone vuelve a ser, fundamentalmente, la aplicación de la ley de partidos. En el caso del País Vasco, Casado no ha concretado qué organización debería ser ilegalizada. En Cataluña, en otras ocasiones, ha señalado a Arran.
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