Un rosario contra el PSOE en la jornada de reflexión

Ni la Junta Electoral ni la Delegación del Gobierno pudieron este sábado con la inquebrantable fe de los fieles que, respaldados por el Tribunal Superior de Madrid, se congregaron en las escaleras de la parroquia situada en el cruce de las calles Ferraz y Marqués de Urquijo de Madrid para rezar en la jornada de reflexión de las elecciones europeas.

Rosario en mano, banderas de España, pegatinas de «Sánchez mentiroso traidor» y alguna foto de Franco, un centenar de personas acudieron puntuales a la cita a las siete y media como cada día desde hace ya siete meses para rezar «por la conversión de todos los españoles».

«No rezamos por ningún motivo político», afirmó en declaraciones a los medios José Andrés Calderón, el impulsor de estas concentraciones religiosas. Abogado de profesión, Calderón se describe en su perfil de la red social X con el logo de Noviembre Naciona -dos 'N' entrelazadas por una cruz-, el movimiento juvenil en contra de la amnistía y en defensa de la cristiandad que ganó peso en las protestas contra la ley de amnistía en los aledaños de la sede nacional del PSOE en los meses de noviembre y diciembre.

La razón de que la propuesta saliese adelante fue que la Sala consideró que no había «razones fundadas» que justificasen que esta concentración podría afectar a la «neutralidad política» exigida durante la jornada de reflexión. Calderón cargó contra la Delegación del Gobierno, en manos socialistas, y se desvinculó de las numerosas manifestaciones -algunas violentas- de Ferraz en otoño, recalcando que fueron siempre a partir de las 20.00 horas, cuando ya había terminado el rezo.

«Nunca rezaremos contra ellos y nunca iremos a su sede porque no nos gusta ir a sitios siniestros. La ley de amnistía ya se ha aprobado y aquí seguimos», aseguró. «Si Cristo vuelve a estar en el corazón de los españoles el cambio volverá por sí solo. Lo que están buscando es corromper nuestra alma», remató Calderón.

Tras media hora de rezo, los asistentes pasaron del «Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo» al «Viva España» y a una protesta «silenciosa» y pacífica a petición de uno de los organizadores que llamó al «silencio electoral, en lo político». Salvo alguna proclama puntual contra Sánchez, el PSOE y la amnistía, la mayoría desalojó la explanada frente a la iglesia con normalidad.

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