mercedes gallego
Pekín
Viernes, 13 de noviembre 2020, 10:43
Entre los gigantes que se rendían ayer a la realidad del presidente destacaba China. El país asiático no ha querido provocar la ira de Donald Trump, con el que aún podría tener que negociar en el futuro si sigue en el poder.
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Por eso al ... felicitar a Joe Biden y su vicepresidenta Kamala Harris, el ministro de Asuntos Exteriores Wang Wenbin añadió que China «respeta la voluntad del pueblo estadounidense». No tiene prisa. A su entender, este será confirmado «de acuerdo con las leyes y procedimientos estadounidenses».
En los días previos el canciller había evitado responder a la pregunta de cuándo felicitaría al nuevo presidente electo, al que el periódico estatal Global Times había citado como «un viejo amigo de China». El jueves el mismo periódico decía en su editorial que el gobierno chino está listo para trabajar con cualquiera que ocupe la Casa Blanca y consideraba que la rapidez de otros gobiernos extranjeros en felicitar a Biden era una señal de que estaban ansiosos por «darle la espalda a la actual administración y sus políticas divisivas».
Con Trump acabaría la guerra de los aranceles con la que el mandatario ha chantajeado al mundo durante estos últimos cuatro años. Los líderes volverían a la mesa de negociaciones a la antigua usanza y dejarían de mirar Twitter para entender el último zarpazo a sus economías. Toda una vuelta a la normalidad que China y muchos otros esperan ansiosamente, para decepción de los dictadores que se convirtieron en satélites de Trump.
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