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Miércoles, 6 de noviembre 2024, 04:35
Toda jornada electoral está salpicada de anécdotas, y la de Estados Unidos no es una excepción. En los centros de votación, y fuera de ellos, como en los cuarteles generales de Donald Trump y Kamala Harris, se ha visto y se ha escuchado de todo. Aquí van unos cuantos ejemplos:
El republicano Mark Robinson se ha quedado sin el cargo de gobernador de Carolina del Norte tras una controvertida campaña que incluso hizo que Donald Trump se distanciara de él. Y eso que unos meses antes se había deshecho en halagos hacia el candidato, a quien bautizó como «Martin Luther King con esteroides». Robinson, que en la actualidad ejercía como vicegobernador del Estado sureño, se vio envuelto en la polémica después de que la CNN desvelara algunos de sus comentarios en una web porno. Entre otras cosas dijo que se consideraba un «nazi negro». El fiscal general demócrata Josh Stein le ha derrotado en las urnas.
Dos centros de votación en Georgia tuvieron que ser evacuados por amenazas de bomba. Durante media hora, ambos lugares, ubicados en el condado de Fulton, estuvieron inhabilitados, por lo que se pidió que se alargara el cierre de las urnas. El FBI también informó que otros Estados como Arizona, Michigan o Wisconsin fueron blancos de ataques. Muchas de las amenazas de bomba parecían provenir directamente de correos electrónicos rusos. El secretario de Estado de Georgia, el republicano Brad Raffensperger, culpó a la interferencia rusa de los hechos: «Parece que están tramando algo malo. No quieren que tengamos una elección tranquila, justa y precisa, y si logran que peleemos entre nosotros, pueden considerarlo una victoria». Sin embargo, la embajada rusa en Washington negó rotundamente los hechos: «Queremos subrayar que Rusia no interfiere ni interfiere en los asuntos internos de otros países, incluido Estados Unidos. Como ha subrayado en repetidas ocasiones el presidente Vladimir Putin, respetamos la voluntad del pueblo estadounidense».
Delaware estará representada en la Cámara de Representantes de Estados Unidos por la demócrata Sarah McBride, que se convirtió este martes en la primera persona transgénero en convertirse en congresista. Hasta ahora, la mujer de 34 años ocupaba un escaño en el Senado local. Los derechos de las personas transgénero han sido un tema con bastante relevancia durante la campaña electoral
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