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En la Moncloa han dejado atrás las horas de vértigo que vivieron la semana pasada. La resolución que emitió el sábado el Tribunal Constitucional ha tenido como primera consecuencia que la sesión de investidura prevista para este martes haya quedado pospuesta. "El Gobierno considera que ... el respeto a la legalidad y el aplazamiento del pleno en el que se iba a elegir de manera fraudulenta a Carles Puigdemont es la consecuencia obligada de la actuación del Estado de derecho", han celebrado fuentes gubernamentales.
El Ejecutivo reivindica que gracias al recurso ante el Tribunal Constitucional "se ha evitado una burla a nuestra democracia" y, por lo tanto, Mariano Rajoy no se arrepiente de haber impugnado la candidatura de Carles Puigdemont pese a no contar con el aval del Consejo de Estado. “Creo que el resultado ha sido positivo -ha ensalzado esta mañana en una entrevista en TVE-. Dicen que el Gobierno asumió riesgos, yo no sé si asumió riesgos o no, yo más bien creo que el Gobierno cumplió con su obligación, tengo la conciencia muy tranquila y volvería a hacer exactamente lo mismo en una circunstancia igual".
El presidente, que ha situado como prioridad el impedir la elección de un "prófugo de la justicia", ha negado en todo caso que el Ejecutivo se pusiera en contacto con los magistrados del Tribunal Constitucional antes de que acordarán su decisión: "Eso no es cierto".
Las declaraciones de Rajoy se han producido minutos antes de que Roger Torrent anunciara que la investidura queda aplazada hasta nuevo aviso. A él, y al resto de la Mesa de la Cámara catalana, se había dirigido el jefe del Ejecutivo para recordar que desobedecer una decisión judicial, tiene consecuencias. "El presidente del Parlament tiene que ser muy consciente de las responsabilidades en las que puede incurrir si se salta una resolución del Tribunal Constitucional, cosa que no puede hacer", ha anticipado.
El Gobierno a esta hora sigue planteando como alternativa que Torrent nombre un nuevo candidato, libre de cargas judiciales, que pueda ser investido antes de que mañana concluya el plazo legal. Lo contrario, a juicio de Rajoy, sería "prolongar una situación de inestabilidad". "El señor Puigdemont está generando un grave problema a todos-ha reprochado el presidente-, incluso a los propios partidos independentistas porque en la vida hay algo más que el señor Puigdemont y muchos más candidatos posibles que el señor Puigdemont, que es un prófugo de la justicia".
Sobre el líder de Junts per Catalunya pesa una orden nacional de detención, pero fuentes del PP no descartaban ayer que intentara incluso viajar hoy a Barcelona para acudir al Parlamento sin autorización previa del juez, como exige el Constitucional. "Sería el culmen del espectáculo que está dando el señor Puigdemont", ha censurado el jefe del Ejecutivo.
En la Moncloa han dejado atrás las horas de vértigo que vivieron la semana pasada. La resolución que emitió el sábado el Tribunal Constitucional ha tenido como primera consecuencia que el pleno de investidura previsto para este martes haya quedado aplazado. Y a día de hoy Mariano Rajoy no se arrepiente de haber impugnado la candidatura de Carles Puigdemont pese a no contar con el aval del Consejo de Estado. “Creo que el resultado ha sido positivo -ha ensalzado esta mañana-. Dicen que el Gobierno asumió riesgos, yo no sé si asumió riesgos o no, yo más bien creo que el Gobierno cumplió con su obligación, tengo la conciencia muy tranquila y volvería a hacer exactamente lo mismo en una circunstancia igual”.
El presidente, que ha situado como prioridad el impedir la elección de un “prófugo de la justicia”, ha negado en todo caso que el Ejecutivo se pusiera en contacto con los magistrados del Tribunal Constitucional antes de que acordarán su decisión: “Eso no es cierto”.
Las declaraciones de Rajoy en TVE se han producido minutos antes de que Roger Torrent anunciara que la investidura queda aplazada hasta nuevo aviso. A él, y al resto de la Mesa de la Cámara catalana, se había dirigido el jefe del Ejecutivo para recordarles que "saltarse a la torera" una decisión judicial, tiene consecuencias. “El presidente del Parlament tiene que ser muy consciente de las responsabilidades en las que puede incurrir si se salta una resolución del Tribunal Constitucional, cosa que no puede hacer”, ha anticipado.
El Gobierno a esta hora sigue planteando como alternativa que Torrent nombre un nuevo candidato, libre de cargas judiciales, que pueda ser investido antes de que mañana concluya el plazo legal. Lo contrario, a juicio de Rajoy, sería “prolongar una situación de inestabilidad”. “El señor Puigdemont está generando un grave problema a todos -ha reprochado el presidente-, incluso a los propios partidos independentistas, porque en la vida hay algo más que el señor Puigdemont y muchos más candidatos posibles que el señor Puigdemont, que es un prófugo de la justicia”.
Sobre el líder de Junts per Catalunya pesa una orden nacional de detención, pero fuentes del PP no descartaban ayer que intentara incluso viajar hoy a Barcelona para acudir al Parlamento sin autorización previa del juez, como exige el Constitucional. “Sería el culmen del espectáculo que está dando el señor Puigdemont”, ha censurado el jefe del Ejecutivo.
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