Puigdemont reclama una victoria contundente para forzar a Rajoy a sentarse a negociar

Puigdemont, en un mensaje que Junts per Catalunya ha reiterado estos días, ha presentado los comicios del 21-D como la segunda vuelta del 1-O. “Se pensaban que olvidaríamos la violencia de la Policía, se equivocan”, ha apuntado. “La memoria de los catalanes no se borra como los discos duros del PP”, ha señalado. “Nuestro proyecto vive de las urnas”, ha añadido. El jefe del Ejecutivo catalán cree que desde el 9-N, al 27-S, el 1-O y ahora el 21-D, el independentismo ha demostrado que aumenta cada vez en votos. “Por eso quieren recortar la democracia, porque nos acerca a la república”, ha asegurado. “No nos dejan hacer la campaña en igualdad de condiones, nos quieren poner todas la dificultades”, ha rematado.

El 21-D, según Puigdemont, es una elección entre nación o sumisión, entre instituciones catalanas o los hombres de negro de Madrid. “El 21-D va de democrcia y de restitución de la democracia: votar y ganar”, ha afirmado. “Tienen miedo de que nosotros ganemos, pues que se preparen, porque vamos hacia la victoria”, ha animado a los cerca de 1.200 personas asistentes al mitin en Barcelona. A la UE y al Gobierno español les ha recordado que con porras, mentiras, represión, guerra económica, tolerancia con la ultraderecha, supresion de la democracia, “así no”. “¿Así nos quieren convencer? Así no. Por ahí no pasamos”, ha rematado.

El primer acto de campaña, que Junts per Catalunya ha organizado en el edificio Imagina, donde la Generalitat situó el centro internacional de prensa durante el 1-O, ha estado marcado por dos elementos. Por un lado, la decisión del juez del Tribunal Supremo de mantener en prisión a Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart y dejar en libertad con fianza a Jordi Turull, Josep Rull, Carles Mundó, Raül Romeva, Meritxell Borrás y Dolors Bassa, y por otro la encuesta del CIS, que da un empate técnico entre ERC y Ciudadanos y deja en el aire la mayoría absoluta secesionista.