Forcadell abandona la presidencia de la Cámara, «orgullosa de no haberse doblegado» al Estado

Forcadell abandona la presidencia del Parlament, pero seguirá como diputada rasa por Esquerra. Se va, según ha dicho, “orgullosa” de “no haberse doblegado a la censura”. “No hemos cedido, nos hemos mantenido firmes”, ha asegurado, en ocasiones entre lágrimas. La ex de la ANC ha evitado poner nombres sobre la mesa como posibles candidatos a sustituirla, pero sí ha apuntado que como “feminista” le gustaría que en cargos de responsabilidad haya mujeres. “No diré qué perfil tiene que tener mi sustituto”, ha señalado. “Hace falta personas nuevas, libres de cargas judiciales, que puedan defender la soberanía del Parlament para que se pueda seguir hablando de todo”, ha rematado

Forcadell se marcha sin reconocer errores y acusando a los grupos de la oposición de haber traspasado líneas rojas políticas durante la legislatura, calificada a su entender de “alto voltaje”, “breve”, “intensa” y “excepcional”. La aún presidenta de la Cámara ha desvinculado su adiós a las dificultades que plantea la investidura de Carles Puigdemont y lo ha querido desmarcar de las renuncias de Mas y Mundó. “Mi decisión es personal, no tiene nada que ver con las decisiones de otros. Cada uno debe decidir lo que considere que es mejor para el país y para su situación personal”, ha afirmado. Forcadell debe afrontar un largo proceso judicial, con varias causas penales abiertas.

Bajo su mandato quedan para el recurso las tormentosas sesiones del 6 y 7 de septiembre, en que el independentismo aprobó las leyes del referéndum y de transitoriedad jurídica, haciendo saltar el reglamento de la Cámara por los aires y sin respetar los derechos de la oposición o la sesión del 27 de octubre, en que la Cámara catalana proclamó la república catalana.