Iñaki Sicilia ya fue cabeza de lista por Burgos en 2019, pero se quedó fuera de las Cortes por unos 2.000 votos. GIT
Elecciones Castilla y León

«No vamos a regalar los votos a nadie»

Iñaki Sicilia, cabeza de lista de Vox en Burgos a las elecciones autonómicas ·

Iñaki Sicilia repite como cabeza de lista por Vox en la circunscripción de Burgos con la confianza de contar con un grupo parlamentario fuerte

Lunes, 7 de febrero 2022, 07:09

En su DNI pone Ignacio Sicilia, pero todo el mundo lo conoce como Iñaki. Hace apenas dos años y medio encabezó la lista de Vox en la circunscripción de Burgos, pero no consiguió entrar en las Cortes Autonómicas por un par de miles de votos. ... De hecho, su formación apenas obtuvo un procurador en toda la comunidad. Sin embargo, el escenario hoy es bien distinto y todas las encuestas colocan a Vox como tercera fuerza política en la comunidad. Él, de momento, repite como cabeza de lista por Burgos.

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Sicilia, hombre muy vinculado al rugby local, insiste en descartar la idea de que Vox es un partido de extrema derecha. A su juicio, es el partido «de la gente» y confía en poder desarrollar en las Cortes de Castilla y León sus políticas. ¿Mediante pactos con el PP? Eso ya se verá, asegura.

¿Cómo les ha pillado esta convocatoria electoral? Se oía ruido de espadas desde hace meses, pero no sé si les pilla a contrapié.

La verdad es que no creíamos que iban a ser tan pronto, pero está claro que nosotros queríamos elecciones. De hecho, se da la casualidad de que nosotros las pedimos en las Cortes justo el viernes anterior a que se convocaran. En todo caso, se tenían que haber convocado antes, cuando se intentaron sacar adelante las mociones de censura de Murcia y Madrid.

«Las elecciones se tenían que haber convocado cuando se intentaron sacar adelante las mociones de censura en Murcia y Madrid»

Ahora mismo, Vox sólo cuenta con un procurador en Cortes, pero todas las encuestas le otorgan un fuerte crecimiento. Los tiempos para Vox en ese sentido son favorables, ¿no?

Sin duda. Han cambiado mucho las sensaciones en la calle y la percepción que tiene la gente de Vox. Ahora tenemos muchas más esperanzas de tener un gran grupo propio en las Cortes y poder aplicar nuestras políticas, que es lo que queremos. Vamos a trabajar duro para obtener la máxima representación.

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Usted, de hecho, se quedó a las puertas de entrar en las Cortes en 2019.

Sí, me quedé fuera por unos 2.000 votos.

Entiendo que las aspiraciones en la circunscripción de Burgos son ahora muy diferentes. ¿Qué resultado darían por bueno?

Estaría muy feliz si sacamos tres o cuatro procuradores, pero hay que ser realista. Yo creo que vamos a acercarnos más a los tres procuradores que a sólo uno. Esa es la esperanza, aunque bueno, las sensaciones no siempre coinciden con lo que vota la gente.

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¿Se fían de las encuestas?

Depende. El CIS, por ejemplo, acierta cuando le conviene. Obviamente, vemos las encuestas, pero, de verdad, no nos fijamos mucho en ellas. Lo que sí que noto es el ambiente y la predisposición en la calle. Se nota mucho cuando te llama mucha gente importante de colectivos o asociaciones que quieren hablar contigo. Eso me dice mucho más que cualquier encuesta. Ya se asume que vamos a tener una gran representación.

En todo caso, la mayor parte de esas encuestas sitúan a Vox como hipotética llave de Gobierno con el PP. ¿Vox está abierto a un pacto con Fernández Mañueco?

Lo que queremos hacer es nuestra política. Queremos cambiar la deriva que hay. En realidad, nosotros estamos pensando únicamente en conseguir una mayoría absoluta. Parece una broma, pero es la realidad. Para eso estamos trabajando. A partir de ahí, el objetivo es gobernar. Al final, la elección la tiene la gente, que es la que dirá quién quiere que gobierne. Nosotros vamos a intentar transmitir un proyecto y una vez que veamos los resultados del día 13, ya nos plantearemos el escenario. En todo caso, tal y como han dicho Santiago Abascal y Juan García Gallardo, nosotros no vamos a regalar los votos a nadie.

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«Una vez que veamos los resultados del día 13, ya nos plantearemos el escenario»

Su relación con el PP es diferente en función del territorio concreto. En algunas instituciones se llevan mejor que en otras. ¿Quién marcará sus movimientos tras las elecciones?

Todo llegará cuando llegue el resultado. En serio, ahora mismo estamos centrados en la campaña y no nos planteamos nada. Sabemos que el PP es distinto aquí que en Madrid, en Galicia o en Baleares. Nosotros, sin embargo, somos los mismos en toda España.

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¿Cuál sería el peor escenario posible tras las elecciones?

No lo sé, la verdad. El planteamiento es contar con al menos nueve o diez procuradores.

¿Estamos ante unas elecciones en clave nacional?

Para nosotros es importantísimo Castilla y León. Y mi trabajo en concreto se centra en Burgos. En eso estamos centrados. Los que estén a otras cosas, ellos sabrán.

Una de las líneas estratégicas de Vox pasa por la supresión o, al menos, modificación del Estado de las Autonomías.

Totalmente. Y seguimos pensando lo mismo.

¿Tiene Castilla y León muchas competencias?

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Lo que queremos es revertir el Estado Autonómico. Consideramos que ha sido perjudicial para España. Queremos devolver competencias al Gobierno en la medida en la que tengamos capacidad para poderlo hacer. En todo caso, pensamos mucho más en las provincias que en las comunidades, ya que estas generan muchas diferencias. Nosotros lo sufrimos con el País Vasco. Eso no puede ser.

«Queremos es revertir el Estado Autonómico, que ha sido perjudicial para España»

¿No es contradictorio defender esa idea y presentarse a las elecciones autonómicas?

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No. Esas son las reglas. Ahora tenemos que jugar con las reglas que están marcadas, y de momento, España sigue siendo un Estado de Autonomías. Cuando tengamos la mayoría suficiente y necesaria para cambiar el ordenamiento territorial en el Congreso, lo haremos. Mientras tanto, tendremos que jugar con las reglas que hay marcadas. Nosotros somos muy defensores de la Constitución, aunque creamos que haya que modificar algunas cosas.

Una de esas normas ya establecidas es la que regula los debates electorales en Castilla y León, que les ha dejado fuera.

Esa norma no tiene mucho perfil democrático, porque está planteada para favorecer al bipartidismo. Y es una pena, porque a la gente le hubiese encantado ver debatir a Juan García Gallardo.

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García Gallardo es el candidato a la Presidencia, pero a pesar de ser de Burgos, no se presenta en esta circunscripción.

Mejor aún. Así tendremos a más gente de Burgos en las Cortes. Estoy muy contento de que gente joven, que tiene una proyección profesional y una preparación del nivel de Juan dé un paso adelante y quiera hacer política, sobre todo con el desprestigio que tiene hoy en día. A mí, personalmente, me reconforta y creo que vamos a hacer un buen equipo.

La política está desprestigiada, pero usted se ha metido también en ella.

Sí. Esto es muy sencillo. Todos nos quejamos, criticamos cómo están las cosas y decimos que queremos cambiarlas. Básicamente, criticamos al Gobierno en la barra del bar, pero no damos el paso. A mí me llegó un momento en el que por diferentes circunstancias pude dar el paso y voy a aportar lo que buenamente pueda. Tengo experiencia profesional y espíritu de servicio. He sido concejal en un pueblo, he hecho la mili, he colaborado con el rugby... En definitiva, quiero ayudar a mi ciudad, mi provincia y mi país. Por eso lo hago.

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¿Es Vox un partido de extrema derecha?

En absoluto. Esa es una estrategia de la extrema izquierda que no les está funcionando. Cuanto más importantes nos hacemos, más se dice, y nosotros ni pestañeamos. Yo me considero un tipo plenamente democrático con muchas ganas de colaborar con la gente. Somos un partido de la gente.

«Vox no es un partido de extrema derecha. Somos un partido de la gente»

Lo del partido de la gente ya lo he oído antes.

Sí, pero unos mentían y otros decimos la verdad.

En todo caso, sus alianzas en Europa se articulan en torno a figuras como Marine Le Pen o Viktor Orban, por ejemplo.

Pero es que nosotros tenemos nuestros aliados, gente que piensa como nosotros y que quiere vertebrar los países y mantener las soberanías nacionales. Son nuestros aliados naturales, pero eso es política de los que mandan. Yo soy un humilde representante de provincias.

¿Qué grandes problemas tiene ahora mismo Castilla y León?

Evidentemente, tenemos un problema de despoblación que queremos revertir con una política de natalidad bien programada. Queremos dar oportunidades a los jóvenes. También notamos un problema de falta de defensa de nuestros productos y productores, que está muy marcada por las políticas globalistas que permiten la entrada de productos del exterior que no compiten con las mismas exigencias que tenemos nosotros. Eso es inaudito. Queremos competir con las mismas reglas y darle un valor al sacrificio que hacen nuestros agricultores, ganaderos y productores. Además, queremos reindustrializar Castilla y León, porque, aunque tenemos un buen perfil industrial, sobre todo en Burgos, se han abandonado muchas zonas. Hemos perdido, por ejemplo, Garoña, las térmicas de Palencia o la minería. También estamos perdiendo comunicaciones. Cada vez estamos más aislados. Desde la Junta hay que exigir al Gobierno las infraestructuras necesarias.

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«Tenemos un problema de despoblación que queremos revertir con una política de natalidad bien programada»

Y todo ello unido a la necesaria aportación de personal a toda la estructura sanitaria en Castilla y León, que es deficitaria en este aspecto y tiene una carga de trabajo impresionante. Ni presta un servicio de calidad al paciente ni es humano para los profesionales. Hay que marcar las prioridades, y esa es una.

¿Y cuales son los problemas específicos de Burgos?

Nosotros decimos lo mismo en todos los sitios, pero es cierto que Burgos tiene su idiosincrasia particular, porque tenemos un problema de aislamiento terrible. Durante los últimos años, nuestras infraestructuras se han visto ralentizadas y no creo que con buena intención. Es cierto que eso no es competencia de la Junta, pero sí que debe pelear por ello. Hay que poner los puntos sobre las íes a algunos para que nos defiendan.

Más allá de eso, en Burgos tenemos un problema con el entorno de Garoña. Ahí había un plan que, como todos sabíamos, ni está ni se lo espera. Y ahí, la Junta sí que puede hacer una buena labor. También es muy obvio el problema del Tren Directo. Nosotros hemos defendido siempre su reapertura, ya que puede ayudar a toda la provincia.

«Nuestras infraestructuras se han visto ralentizadas y no creo que con buena intención»

También me gustaría que se tomara en serio que Burgos cuente con facultad de Medicina. Hay que empezarla con cabeza, poco a poco, reforzando el grado de Enfermería e intentando traer esos grados que son interesantes y que la gente quiere estudiar. Eso permitirá, no sólo atraer a estudiantes de fuera, sino que los estudiantes burgaleses se queden aquí. Hay demanda de esa mano de obra, aunque luego, obviamente, hay que darles unas condiciones para que no se vayan fuera.

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También nos gustaría poder compensar la discriminación que tenemos con Álava. El concierto vasco ha generado españoles de primera y de segunda y nosotros lo sufrimos en primera persona.

¿Qué me dice del Parque Tecnológico?

Bueno, es que esa es una cosa obvia, que parece que sólo aparece en elecciones. Ahí hay que ver si la fórmula con la que se diseñó es buena o se ha quedado obsoleta. Pero luego, hay otras muchas cosas que consideramos obvias. Hay que poner en valor el aeropuerto, el puerto seco y el aprendizaje del español con Valpuesta como referente, hay que potenciar el Instituto de la Lengua, hay que fomentar el turismo y la captación de empresas... Son muchas cosas que, en algunos casos, podrá hacer la Junta y en otras será competencia municipal, pero en las que la Junta puede incentivar.

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