Sánchez, Zapatero, Tudanca y los demás

Pedro se marchó a las 20:30 horas española rumbo a La Moncloa. Vino a Burgos para hablar... Para hablar y para edulcorar oídos, especialmente los de Tudanca. El domingo se verá si el burgalés gana, pero hasta ese día que le quiten 'lo bailao' a Luis durante la campaña electoral. Tiene que subir egos eso de escuchar bondades, aunque te lo digan esos amigos que ves de ciento en viento.

Sí. La plana mayor del PSOE acudió a Burgos, antes de cerrar campaña en Valladolid, para mostrar su músculo de pesos pesados. Era escuchar los nombres del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y del actual presidente, Pedro Sánchez, y los asistentes empezaban a sacar móviles, como si de adolescentes se trataran, para inmortalizar momentos.

Era cuestión de tocar mano o cuerpo de Pedro Sánchez o de mirar la eterna sonrisa de Zapatero. Así que entre gritos de Pedro, José Luis y Luis, el personal de seguridad empezaba a sacar su paciencia para que, por lo menos los protagonistas, caminaran hacia adelante. Parecían los últimos kilómetros de la etapa reina del Tour de Francia.

Tras ellos acudían la diputada nacional Esther Peña y el alcalde Daniel de la Rosa, que por momentos parecía uno más de seguridad. No había nada como tener cerca a Pedro y José Luis para que 'tu' alcalde fuera uno más en el trayecto al escenario.

«Zapatero, eres el mejor», «Pedro, qué guapo eres» se podía escuchar mientras encaraban la sala principal del monasterio. Emplazamiento, por cierto, en el que no cabía ni un alma más. Vamos, que si llega a ser el mitin un evento deportivo, el aforo se habría reducido al 75%. O eso dice la normativa.

Ante tal demanda de burgaleses, la organización habilitó la sala contigua, la que no tiene tejado y en la que hace meses una exposición de bonsais congregó a miles de personas amantes de ese arte. En este espacio la pelliza no sobraba y las sillas, tampoco. Así que tras una pantalla, otro grupo amplio de personas, escuchaban las andanzas de Esther, José Luis, Luis, Pedro y los demás.

Estos, sabiendo que toreaban ante su público, sabían que sus chascarrillos iban a tener repercusión. Y el que lanzó más fue el expresidente Zapatero, con el fútbol como protagonista. «Los goles en propia también cuentan (en alusión al adelanto electoral del PP al pensar que obtendrían la mayoría). Pablo Casado está fuera de juego, Ayuso quiere el balón y Mañueco ya está en el vestuario», pronunciaba Zapatero.

Así que con ese símil deportivo atizó al PP y sacó las carcajadas de sus seguidores. Tuvo tiempo, al igual que todos los ponentes, para hablar de cosas más serias. De la igualdad, de la reforma laboral, de Castilla y León y de la libertad. «La libertad hay que defenderla cuando no la teníamos», disparaba el expresidente contra los 'populares'.

Zapatero, como buen jubilado de la política, acampó a sus anchas en el mitin y no dudó en soltar piropos a parte de los 'demás'. Referencia especial a Octavio Granado y a esa persona que no la conoce pero que le ofrece «serenidad» cada vez que la ve. Ese ser es el diputado nacional Agustín Zamarrón. Así que ambas ovaciones para dos históricos del partido.

Antes de Zapatero, tuvo su protagonismo Esther Peña y su «principio del fin» del PP con el trabajo que ha escenificado el alcalde De la Rosa desde Burgos. Y después del expresidente, acaparó el micrófono el candidato a las Cortes Luis Tudanca. Tuvo momento de ponerse en plan debate, aunque en esta ocasión tenía que mirar a más cámaras, pero tiró del típico repertorio de mitin para sacar aplausos. Apuntada queda su frase de «si la campaña dura una semana más, al PP le va a salir a deber procuradores».

Y el cierre fue para Pedro Sánchez. El nombre más pronunciado durante la campaña hizo acto de presencia. Su 'sanchismo', en esta ocasión, fue alardear de sanidad y futuro.

Y todo llegó a su fin, mientras Pedro, José Luis, Luis y los demás abandonaban aclamados el Monasterio de San Juan, como si el gol de la Champions hubieran metido. Son amigos, en la calle pasaban las horas. Mañana repetirán en Valladolid y seguirán siendo amigos, por encima de todas las cosas. O no. El 13 de febrero se sabrá. 

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