Mañueco inicia el acercamiento a Vox para evitar repetir elecciones

Una idea diferente a la expresada por Santiago Abascal y el candidato de Vox en Castilla y León, Juan García-Gallardo. Los trece procuradores de la formación son la llave para la gobernabilidad de la comunidad. El lunes exigieron asociarse en la Junta con el PP, con el argumento de que ni sus escaños ni sus votantes son menos que los de Ciudadanos en 2019, y reclamaron la derogación de la ley autonómica de Lucha contra la Violencia de Género y el decreto de Memoria Histórica y Democrática. Luego, desde la formación ultraconservadora han sumado a esas peticiones la Presidencia de las Cortes -que el PP cedió tras las anteriores elecciones a Cs- y han apuntado que esperan conformar un Ejecutivo de coalición más recoleto, con menos consejeros, por lo que pueden conformarse con menos de las cuatro consejerías que tenían los de Francisco Igea. Desde Vox trasladan que ven a Fernández Mañueco proclive a pactar, pese a lo que diga Génova, donde Castilla y León pasó a un segundo plano. Bastante tuvo la dirección de Pablo Casado con ocuparse de la acusación de espionaje a Isabel Díaz Ayuso por el posible cobro de comisiones en contratos públicos del hermano de la presidenta madrileña.

Para lograr formar gobierno, Alfonso Fernández Mañueco ha abierto un proceso de diálogo con «todos» los partidos. Pero reorienta el rumbo hacia Vox, al declarar expresamente que considera «legitimadas» para sentarse a la mesa a todas las fuerzas políticas de ese hemiciclo. Eso desanuda cordones sanitarios y vetos. Pese a lo dicho por el presidente de su partido, Pablo Casado, y lo apuntado después por un dirigente histórico como es José María Aznar, que defendió este miércoles, en referencia a Castilla y León, que no ve «ventajas de que Le Pen esté en el Gobierno». Fernández Mañueco reivindica su criterio frente a lo que opinen dirigentes de su partido. «Me caracterizo por tener mi propia personalidad», recalcó. Y responde a Pedro Sánchez y a su propuesta de aislar a Abascal. Considera que busca «enfrentarle» con Vox y le recomienda «que desistan, no van a conseguir su objetivo».

«Yo no descarto a nadie», insiste Mañueco sobre el 'proceso de diálogo' postelectoral.

La oposición contundente a repetir elecciones por una falta de acuerdo, la legitimación expresa de Vox para negociar y la reivindicación de que será él, desde Castilla y León, quién lidere ese diálogo son tres cuestiones que marcan un viraje hacia Vox. Incluso respecto a las declaraciones del propio Alfonso Fernández Mañueco del martes, tras la Junta directiva autonómica del partido para valorar el resultado del 13-F. Que no haya otras elecciones en julio depende directamente, en este momento, de lo que exija Vox y lo que el partido de Abascal esté dispuesto a ceder en la negociación con el PP.

El presidente en funciones de Castilla y León evitó pronunciarse sobre la posibilidad de que Vox presida las Cortes a cambio de apoyarle para continuar en la Junta o sobre la reclamación reiterada de Abascal y de García-Gallardo de formar un gobierno de coalición equiparable al de Cs en 2019. El popular tildó de «hipótesis» y «futuribles» la exigencia de consejerías, el patronaje al timón del parlamento autonómico por parte de Vox o la oferta de abstención de los socialistas para evitar esa repetición electoral y que el partido ultraconservador quede apartado del manejo de las instituciones de Castilla y León. Alfonso Fernández Mañueco no fijó su posición. «¿Que si veo posible un futurible? Mi responsabilidad es hablar de hechos». Esquivó concretar.

Preguntado por la suerte que puede correr el Decreto de Memoria Histórica y Democrática de Castilla y León aprobado por el Gobierno de Juan Vicente Herrera en 2018, Fernández Mañueco eludió respaldar esa regulación. «Eso forma parte ya del diálogo», respondió.

En un día en el que el Partido Popular se vio sacudido por el terremoto del conflicto entre Pablo Casado, vía Teodoro García Egea, e Isabel Díaz Ayuso, el presidente del partido en Castilla y León reiteró que la responsabilidad de la negociación será suya y que él será el que lleve «las riendas» de los contactos. Con «las manos libres» y la «mente abierta», enfatizó.

La ronda de contactos empieza el próximo lunes con el socialista Luis Tudanca. El candidato del PSOE coincidió este jueves con Alfonso Fernández Mañueco en que no habrá nueva llamada a las urnas. Tudanca da por hecho el pacto entre el PP y Vox que evitará una repetición electoral. «El PP tiene absoluto pavor a que la extrema derecha les dé un nuevo mordisco», argumentó en la Cadena Ser.

Tras reunirse con Tudanca, Mañueco seguirá la ronda el miércoles con el candidato de Vox y el sábado con Soria ¡Ya!. El lunes siguiente está citado el candidato de UPL y el martes, el de Unidas Podemos. El PP no ha concretado fechas aún con Por Ávila ni con Ciudadanos. Sobre Francisco Igea, que fue su vicepresidente hasta que convocó las elecciones el 20 de diciembre, Alfonso Fernández Mañueco comentó que no le ha felicitado por ganar las elecciones. «No ha tenido a bien dirigirse a mí ni telefónicamente ni por escrito».