Sube dos puntos la participación en Burgos capital, pero cae en la provincia

Esta es la primera vez en la que en Castilla y León celebramos elecciones a las Cortes Autonómica sin una convocatoria municipal, y los partidos temen que esta circunstancia excepcional, fruto de un adelanto electoral, pueda notarse en la participación. De momento sabemos que la participación hasta las dos de la tarde ha caído con respecot a los datos de 2019.

Así, según los datos ofrecidos por el consejero de la Presidencia, Ángel Ibáñez, en Burgos habían votado durante la mañana el 35,08% de loselectores burgaleses.La cifra supone una ligera caída con respecto a 2019, cuando se registraba una participación del 35,65%. Son 97.836 los electores que han acudido a las urnas ya, de los 297.401 llamados a votar este 13 de febrero.

Sin embargo, destaca el aumento de la participación en Burgos capital, que pasa del 34,14% al 36,36%, con 49.040 electores que ya han ejercido su derecho. También sube en Aranda, pasando del 34,24% al 34,48%, y 8.431 votos emitidos, pero baja en Miranda, donde han votado 8.612 vecinos, un 32,29% (hace dos años fue un 34,3%). Como dato curioso, la participación ha caído un 11,6% en Treviño y un 9,76% en La Puebla de Arganzón, que manifestaban estos días su escaso interés por los comicios.

También disponemos de un dato nuevo, que nunca antes se había ofrecido, que es la participación a las once y media de la mañana, que era del 11,63% en la provincia. En Castilla y León la participación a las dos de la tarde se sitúa en el 34,74% frente al 36,89% de hace dos años, de acuerdo con la información de la Junta.

La pandemia de la covid-19 está marcando estas elecciones en Castilla y León. Las medidas de seguridad están muy presentes en los colegios electorales. Además de la consabida mascarilla, que sigue siendo obligatoria en interiores y cuando hay mucha aglomeración de personas, están presentes los geles hidroalcohólicos, se exige distancia de seguridad y hay carteles con los aforos de las aulas.

Además, los miembros de las mesas electorales también sufren el impacto de la pandemia. Cada miembro está ubicado en un pupitre, separado de sus compañeros (aunque no en todos los colegios se ha visto esa imagen). Siguiendo el protocolo, el votante debe llevar, dejar su DNI en una bandeja y, cuando se comprueba que ha llegado a la mesa correcta (no siempre se acierta), se procede al voto, que introduce directamente el elector en la urna.

Por lo demás, las mesas se han constituido sin incidencias, los apoderados de los partidos ayudan a aquellos votantes que no encuentran su mesa electoral y, aquellos que han ido pronto a votar, se han cruzado con los trabajadores de Correos, que han entregado el voto por correo. A las seis de la tarde se espera el último avance de participación antes de que se cierren los colegios electorales a las 20:00.