Vox insiste en cogobernar con Mañueco y no contempla abstenerse para que lo haga en solitario

«Si alguien quería que el Partido Popular gobernara en solitario, que hubiera votado al Partido Popular», ha remarcado el candidato, que sacó pecho con los 212.400 electores que les han apoyado y que son el 17,6% de todos los que acudieron a las urnas el domingo. «Un votante de Vox no vale menos que el de ningún otro partido», reiteró. «Si no se conforma un gobierno para cambiar de rumbo, que no cuenten con Vox», explicitó el cabeza de cartel de Vox.

García-Gallardo ha defendido su obligación de capitanear «un cambio de rumbo en la política de Castilla y León». Y en ese viraje autonómico, Vox reclamará al PP derogar «leyes de izquierdas». Citó expresamente dos: la de Lucha contra la Violencia de Género y el Decreto de Memoria Histórica.

«Aún no he recibido la llamada del señor Mañueco, parece que primero iba a llamar al PSOE, tampoco nos sorprende», ironizó el cabeza de lista de Vox, en un rueda de prensa a la que asistieron un nutrido grupo de cargos y militantes del partido de Abascal que aplaudieron con entusiasmo a líder autonómico. Sin abandonar ese tono sarcástico, felicitó a Fernández Mañueco, pero no por haber encabezado la lista más votada el domingo, sino «por haber convocado las elecciones». También ha cargado contra los medios de comunicación que «demonizan» a la formación y contra los «Tezanos de izquierdas y de derechas» que hablaban de vuelco del PSOE y de que el PP podía llegar a los ansiados 41 escaños que permiten el Gobierno en solitario sin sobresaltos en Castilla y León. «Nunca el Partido Popular ha estado cerca de la mayoría absoluta», ha subrayado.

García-Gallardo aseguró que él personalmente va a dirigir las negociaciones con el PP y que su interlocutor debe ser Alfonso Fernández Mañueco. Pablo Casado y Teodoro García Egea, este último ha hablado ya de un gobierno en solitario del PP, «no se han presentado a estas elecciones», ha puntualizado.

Juan García-Gallardo reiteró lo avanzado por su jefe de filas con el escrutinio aún sin finalizar, que quieren sentarse con las plataformas de la España Vaciada y hacer suyas sus reivindicaciones. Con quienes han logrado entrar en las Cortes y con las que no. Ha asegurado que el «ADN» de Vox está renegar del Estado de las Autonomías, pero que valorar «el papel de la provincia» como unidad administrativa. «Nosotros los vamos a representar», ha avanzado.

Sobre la hipótesis de un posible acuerdo entre populares y socialistas para que estos últimos se abstengan en la investidura de Alfonso Fernández Mañueco para evitar que al PP que la fuerza ultraconservadora sea su compañero de viaje, algo que ya ha planteado el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, el candidato de Vox ha avisado de que los populares tendrán que asumir «una decisión de esa índole, creo que es lo que la base social del PP no quiere».

Y por si no había quedado claro ha reiterado que no contempla la abstención en favor de Mañueco. «No hemos venido a facilitar el gobierno en solitario del PP», resumió Juan García-Gallardo como punto de partida el día después del 13-F.